A Denise Mächler le fascina crear historias. Desde pequeña, siempre le gustó contarlas y transmitir un mensaje. Fue ese gusto el que la hizo escoger la carrera que marcó su vida: Publicidad. Aunque por un tiempo se inclinó por el periodismo, e incluso fue conductora de “Mercado Negro TV”, un programa por Internet sobre publicidad y marketing. “Al principio, la conducción me intimidó un poco, pero me obligué a salir adelante y a aprovechar la oportunidad como un reto”, cuenta Denise. Sus labores consistían en realizar notas y entrevistas a diversos personajes de los dos rubros. “Salgo más cachetona en esos programas”, recuerda entre risas.
La experiencia la ayudó a vencer los nervios al momento de presentar una idea, actividad bastante recurrente en su carrera. Hoy, Denise se desempeña como redactora creativa en una agencia digital y no puede estar más feliz. “Desde que elegí esta carrera nunca he dado un paso atrás. Manejo la parte creativa, todo lo que involucra: desde la creación y conceptualización de grandes ideas hasta la forma en que estas se comunican”, explica. “Realmente me gusta mucho mi trabajo”, enfatiza, como para que no quede duda.
Pero la publicidad no es todo en su vida. Denise tiene la particular filosofía de salir siempre de su zona de confort. “Si te sientes muy cómodo en un lugar tienes que buscar algo diferente, para que no te duermas y puedas desarrollar tus skills”. Por eso, desde hace seis meses comenzó a patinar y a dibujar. “Tampoco es que sea como Van Gogh o Picasso, pero mis dibujos tienen su gracia”, admite. Todo empezó al crear personajes para su trabajo, y ahora planea publicarlos. También, hace poco, se matriculó en un curso de tiro con arco, por recomendación de su papá.
Uno de los hobbies que más la apasiona es la fotografía. Desde el colegio le llamó la atención, y en la universidad pudo perfeccionar la técnica gracias a algunos de los cursos que llevó. Cuando viajó a La Habana para asistir a un seminario de fotografía documental, se hospedó en casa de una familia cubana con la que quedó maravillada. “Fue mejor que quedarme en un hotel. Conocí sus tradiciones y vi cómo distintas generaciones compartían un solo espacio”, recuerda. “Es algo que aquí no se ve mucho”.
Sabe que con los años muchas cosas pueden cambiar, pero hay dos que jamás lo harán: su pasión por la publicidad y su afición por el pop de los años sesenta. “Mi corazón melancólico tuvo la suerte de encontrar a Paul Anka y Elvis Presley, y no me arrepiento”, finaliza.
Fotos: Gonzalo Miñano
Estilismo: Sara Vílchez
Maquillaje y peinado: Olga Sonco
Producción: Paola Gianino
Agradecimientos: Lama, Forever 21.
Publicado originalmente en COSAS 611.