Vania sentía que se iba a morir. Podía percibir los nervios en su estómago: el terror de subir al escenario quería paralizarla. Era la segunda temporada de La voz y la habían llamado para el casting en vivo del programa. “Me daba mucho miedo cantar en público, pero una vez que subí al escenario de La voz, todo cambió. No sé muy bien cómo explicar ese cambio repentino, pero ahí mismo me di cuenta de que esto es lo que quiero hacer de manera definitiva”, cuenta Vania.
“Era inevitable que acabara queriendo ser artista”, continúa. Con un padre compositor, que además toca guitarra todo el tiempo, Vania creció rodeada de música. “Necesitaba un ‘cable a tierra’, como me decía mi papá”, agrega. Con sus padres llegó a un acuerdo: si terminaba una carrera profesional (estudió Publicidad en el IPP), podría dedicarse a la música. “Pero me moría por empezar; todo el 2016, mientras hacía mi tesis, en paralelo, íbamos avanzando el proyecto, con clases de baile y de canto”, recuerda.
Es así que nace Danza animal, que, como la misma artista señala, es el nombre que resume su proceso de ganar confianza en sí misma. “De hecho, ‘Danza animal’ trata sobre un ataque de pánico; sobre interiorizar lo que sientes y que no te atormentes por eso”, explica Vania.
Fue para encarar este nuevo proyecto que Vania decidió adquirir una identidad alternativa: llamarse ANIA. “Sigue siendo mi esencia y es parte de mi nombre. Antes, Vania era la insegura. Ahora, ANIA es una persona que confía en lo que hace”, sentencia.
Por Romina Badoino Mena
Fotos de Isis López
Foto 1
Estilismo: Las Marías / Vanessa Vila y Andrea García
Maquillaje: Paola Queirolo
Producción: Ariana Rodríguez y Carmen Tineo, de Señor Z
Dirección de arte: Bettina Fiol, de Señor Z
Peinado: Silvia Melgarejo
Fotos 2 y 3
Estilismo y dirección de arte: Las Marías / Vanessa Vila y Andrea García
Producción: Pamela Zuleta
Maquillaje y peinado: Luciana Salomón