A sus 37 años, Jacinda Ardern se convertirá en la primera ministra más joven de Nueva Zelanda. La política, perteneciente al Partido Laboralista, se enteró que sería premier la semana pasada, casi por sorpresa. Y es que el líder del partido New Zealand First, Winston Peters, anunció que daría su apoyo al grupo que lidera la joven política. De esa manera, los laboralistas se harán de este importante cargo y sustituirán a los conservadores, que han permanecido en el poder durante 10 años.

Es así que Jacinda Ardern se suma a una lista de políticos jóvenes, como Emmanuel Macron en Francia, de 39 años, o el austriaco Sebastian Kurz, de tan solo 31, según El País. Sin embargo, el estilo de Ardern se asocia más con el de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá: una persona liberal, moderna y sin miedo a decir las cosas tal como son.

Un ejemplo de ello sucedió en el mes de agosto, cuando la prensa de su país comenzó a preguntarle sobre sus planes de tener o no hijos y si esto interfería con su trabajo como primera ministra. En esa ocasión, la entonces candidata aseguró que no tenía problemas para responder a eso y que ya en el pasado había sido muy abierta al enfrentarse a ese dilema. Sin embargo, otro periodista la exhortó a ser más clara, aludiendo a que su país necesitaba saber si estando en uno de los cargos más importantes de Nueva Zelanda se tomaría una licencia de maternidad. “Es totalmente inaceptable en 2017 decir que las mujeres tienen que responder a esa pregunta en su lugar de trabajo. La decisión de una mujer sobre cuando quiere tener hijos no debería predeterminar si se les ofrece o no un trabajo”, respondió Ardern.

Otro público

Si la anécdota con la prensa machista ayudó a Ardern a ganarse al público femenino, sus promesas electorales conectaron muy bien con los jóvenes. Legalización de la marihuana y el anuncio de un proyecto de ley que permita a los neozelandeses estudiar gratis durante tres años de universidad la convirtieron en la favorita de los menores de 35 años. Como consecuencia, en setiembre el Partido Laboralista recibió medio millón de dólares en donaciones de sus simpatizantes y 3,500 personas se inscribieron como voluntarios para ayudarla en la campaña.

El caso de Ardern es muy parecido al sucedido con Bernie Sanders, el precandidato demócrata a las elecciones estadounidenses del 2016. Y es que la política neozelandesa no ha sido ajena al fenómeno de memes y otros virales que se han usado, en buena onda, con su imagen.

En algunos de esos montajes, la hoy primera ministra aparecía como la princesa Leia, Kill Bill y Wonder Woman.

Actitud

Otra cosa que ha ayudado a la candidatura de Ardern es la actitud juvenil y natural que ha adoptado a lo largo de la campaña. En un streaming vía Facebook con la web Newshub, contó al público su preferencia por la música de Taylor Swift a la de Katy Perry, que va al karaoke y cuál barra de cereales le parece la mejor. Asimismo, no es extraño para sus seguidores que Ardern comparta fotos de su gato Paddles en sus redes sociales o que sea vista pintando la verja de su casa con una camisa a cuadros.

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