La realeza británica se rige por protocolos que deben cumplirse al pie de la letra. Esa es una de las razones que la hacen diferente a otras monarquías. Por eso, sorprende que Meghan Markle, la actriz que acaba de comprometerse con el príncipe Harry, está a punto de romper una norma no escrita. No será, sin embargo, un error voluntario.

Y es que la reina Elizabeth II ha invitado a la prometida de su nieto a pasar la Navidad con familia real. Esto es algo inaudito dentro de la monarquía británica. Cabe recodar que Kate Middleton tuvo que esperar hasta contraer matrimonio con el príncipe William (fueron ocho años de noviazgo) para poder tener un lugar en la mesa de celebraciones.

Según el diario Times, fue el propio Harry quien se encargó de convencer a su abuela de dejar de lado el protocolo y hacer una excepción por esta vez. La cena navideña se realizará en Sandringham, la residencia hasta donde la reina se traslada para pasar las fiestas y quedarse hasta los primeros días de febrero.

Una vez hecha la invitación oficial, Markle podrá asistir también al discurso de Navidad que la reina ofrece. Asimismo, estará presente en la misa de la parroquia de Sandringham y a un intercambio de regalos entre los integrantes de la familia Windsor, de acuerdo a El País.