Como es tradición de cada año, la reina Elizabeth II ha comenzado a hacer la lista de regalos de Navidad para los trabajadores del Palacio de Buckingham. 

La reina Elizabeth suele comprar sus regalos en “Fortum & Mason”.

El espíritu navideño inglés

De acuerdo con medios ingleses, la reina Elizabeth II gasta alrededor de 35.000 euros en los 620 regalos que compra para todos sus trabajadores del Palacio de Buckingham. Además recalcan que la monarca, a diferencia de otros royals europeos, elige los regalos de la manera “más sencilla y rentable”.

En el Palacio de Buckingham trabajan más de seiscientas personas.

Hace poco, un exempleado reveló al diario “The Sun” que hace algunos años, era la misma reina Elizabeth quien escogía los regalos de los más de 600 empleados que hacen su vida más fácil. Sin embargo, debido a la edad y las obligaciones que la reina tiene en diciembre, esto ha quedado relegado a dos de sus colaboradoras más cercanas. 

Estas dos mujeres -de quienes no se revelaron sus identidades-, escogen y compran los regalos de manera online a través de la propia tienda de regalos de Palacio de Buckingham. ¿El motivo? Destinar todo el dinero recolectado a la Royal Collection Trust, la organización que fundó la reina Elizabeth II para “gestionar la colección de arte privada de la que es dueña la familia real británica”.

Navidad en Buckingham

El extrabajador, al ser consultado por los regalos que reciben los empleados, dijo: “Los regalos normalmente consisten en un libro o una pieza de porcelana de la tienda de regalos del palacio, aunque muchas veces también le da un pequeño pudín de Navidad”.

La reina Elizabeth II posee una fortuna de más de 500 millones de euros.

Y añade: “Llegado el día de la entrega de los regalos, los empleados de palacio hacen cola para recibirlos de la reina, que les dedica unas palabras a cada uno de ellos”.

Al parecer, los tiempos han cambiado en Buckingham, pues, a inicios del siglo XXI, las compras se realizaban en tiendas de lujo como Fortnum & Mason o Harrods.

Fortum & Mason está situada en Picadillly, en Londres. 

Por aquellos años, eran los trabajadores de la tienda quienes escogían los regalos y se los enviaba a la reina, para que luego esta los destine a quienes creía conveniente. “Los distintos artículos eran expuestos en mesas en dos grandes salas del palacio de Buckingham. Era como si tuviera su propio centro comercial. Pero es una de esas cosas en las que, ahora que es mayor, no conviene que gaste sus energías”