La esposa del príncipe Harry ha entablado una demanda contra un periódico británico por invasión de su intimidad. Sin embargo, el testimonio de su padre la refutaría.
Por Redacción COSAS
Como si no fuera suficiente la crisis que se ha desatado en el Reino Unido por los intentos de emancipación de la realeza de los duques de Sussex, Meghan Markle viene pasándola muy mal debido al escrutinio al que se ha visto sometida por los medios de comunicación desde que se casó con el príncipe Harry. Las cosas comenzaron a salirse de control cuando el tabloide The Mail on Sunday publicó en febrero de 2019, una carta privada que Meghan le envió a su padre, la que desató la ira de los Sussex debido a que en aquella publicación se “omitieron párrafos, algunas frases e incluso palabras con el fin de encubrir las mentiras proferidas”. El hecho fue tomado como una “violación a la intimidad” por la pareja real, por lo que iniciaron un proceso judicial en contra de ese medio.
El padre de Meghan le juega en contra
En medio de este problema legal, la Alta Corte de Londres citaría como testigo a Thomas Markle, padre de Meghan, de quien se sabe nunca ha tenido una buena relación con su hija, la que se agravó aún más a raíz de su matrimonio con Harry. Se da por descontado el que su progenitor la contradiga en el proceso, ya que este no tuvo mayor problema en alcanzar pruebas en favor de la defensa del diario, consistentes en una serie de mensajes de textos que intercambió con su hija a poco de su boda, lo que probaría la mala relación entre ambos.
La defensa del periódico afirma que la relación entre padre e hija era de interés público. “Thomas Markle tenía el perfecto derecho de contar su versión de lo que había pasado entre él y su hija, incluido el contenido de la carta”. El esperado careo aún no tiene fecha, pero se entiende que escenarios tan contaminados como este han contribuido a que Meghan decida apartarse de la mirada fiscalizadora de los medios británicos.
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