La nieta de la reina Elizabeth II iba a contraer nupcias con el empresario de origen italiano el próximo 29 de mayo. Debido a la crisis provocada por la propagación del coronavirus, la tan esperada boda de la princesa Beatrice de York ha sido pospuesta de manera indefinida.
Por Redacción COSAS
No cabe duda que los últimos meses han sido un calvario para la hija mayor del Andrew de York y Sarah Ferguson. Los peores augurios se cumplieron y tal como adelantamos hace algunas semanas, su enlace nupcial con Edoardo Mapelli se ha cancelado. Así lo confirmó hace solo unas horas la revista estadounidense «People».
Y no es para menos. El coronavirus continúa propagándose en el Reino Unido y el resto del mundo. El último jueves, el gobierno británico anunció una extensión de tres semanas a la cuarentena que rige desde el 23 de marzo. «Las medidas han sido efectivas, pero la tasa de infección no ha bajado tanto como necesitamos», explicó el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, quien reemplaza al jefe de gobierno Boris Johnson, convaleciente tras permanecer varios días hospitalizado por COVID-19.
Como se recuerda, la boda real iba a tener lugar en el palacio de St. James, en Londres, con unas dimensiones más reducidas de las del enlace de su hermana Eugenie de York y Jack Brooksbank, celebrado en octubre de 2018, cuando corrían tiempos mucho más venturosos para la Familia Real. Asimismo, se supo que luego de la ceremonia se realizaría un banquete en los jardines del palacio de Buckingham, con la reina como anfitriona.
Celebración arruinada
No obstante, dicha recepción en la residencia real —un gesto especial que la soberana quiso tener con su nieta— se canceló el mes pasado. «La princesa Beatrice de York y el señor Mapelli Mozzi desean casarse pero también son conscientes de la necesidad de evitar riesgos innecesarios en las circunstancias actuales. En línea con las recomendaciones gubernamentales, la pareja está revisando los preparativos para su boda. Están prestando especial atención a los consejos con relación al bienestar de las personas mayores de la familia y las grandes reuniones de gente», se leía entonces en un comunicado oficial.
Así fue como los preparativos fueron cambiando paulatinamente. En un principio se contempló seriamente la idea de hacer una ceremonia aún más pequeña e íntima pero finalmente ha quedado descartada. Según «People», Beatrice, de 31 años, y Mapelli, de 37, no piensan por ahora en una nueva fecha para su unión.
«No hay planes para cambiar de lugar o para celebrar una boda más grande. Ellos ni siquiera están pensando en eso en estos instantes. Ya llegará el momento de reorganizar todo, aún no estamos ahí«, declaró una fuente cercana a la pareja. «De hecho, las invitaciones ni siquiera se enviaron», añadió.
En efecto, son tiempos difíciles para los contrayentes. Cabe mencionar que antes del brote del coronavirus, la felicidad de los novios se vio empañada por la situación en la que se encuentra el duque de York a causa de su polémica amistad con el proxeneta y pederasta Jeffrey Epstein, quien fue hallado sin vida en su celda, el pasado mes de agosto.
Tras dejar todas sus obligaciones como royal por pedido expreso de su madre en noviembre, el príncipe Andrew se había convertido en una figura a evitar. De ahí que no asistiera a la fiesta de compromiso de su hija, que se realizó unas semanas después.