En prisión desde hace un año, denuncia que no recibe asistencia médica y que teme morir. La detención de la princesa Basmah bint Saud se enmarca en la purga de disidentes emprendida por el heredero al trono saudí Mohamed bin Salman.
Por Redacción COSAS
«Suplico a mi tío, el custodio de las dos mezquitas sagradas, el rey Salman bin Abdulaziz al Saud, y a mi primo, el príncipe heredero Mohamed bin Salman, que revisen mi caso y me liberen, ya que no he hecho nada malo. Mi estado de salud actual es muy crítico«. Esta es la petición que ha realizado la princesa Basmah bint Saud, a través de su cuenta de Twitter, seis meses después de que el canal alemán Deutsche Welle revelara que las autoridades de Arabia Saudí le impidieron volar a Suiza para recibir tratamiento médico.
La princesa señaló en las redes sociales que fue detenida junto a una de sus hijas sin recibir explicación alguna. Ahora, se encuentra en la prisión de alta seguridad de Al Hair, sin ningún cargo criminal o de otro tipo contra su persona.
Linaje en peligro
Sus mensajes forman parte de una carta que ha dirigido a organizaciones como Amnistía Internacional (AI) y personalidades de talla mundial como Barack Obama y Bernie Sanders, con el objetivo de lograr apoyo externo para salir de prisión. Hasta el momento no ha recibido una respuesta oficial por parte de la Familia Real saudí. Al parecer, ellos se encuentran inmersos en una dura batalla contra el coronavirus.
Según ha informado el diario «The New York Times», 150 miembros de la realeza podrían estar infectados y por ello se están imponiendo medidas severas en el reino. Entre ellos, los toques de queda en las ciudades santas de Meca y Medina. De acuerdo con los últimos datos oficiales, 87 personas han muerto y el número de infectados supera los siete mil.
Por su parte, la princesa Basmah sufre de una afección coronaria, según informó DW. Además de sostener una conflictiva relación con su tío y sobre todo su primo Mohamed bin Salman, el auténtico hombre fuerte del país árabe. La princesa de 56 años es la hija menor del rey Saud, que gobernó entre 1953 y 1964, y tuvo 108 hijos, y es a su vez nieta del fundador del reino. Pero sus lazos parentales de nada le han servido. Desde 2017, se han realizado una serie de purgas en el seno de una casa real en la que Bin Salmán no acepta detractores.
Disputa legal
Una investigación atribuyó la detención a una petición formulada por la princesa a los actuales dirigentes del reino con el fin de recuperar tierras y dinero. Se trataría de unos dos mil millones de dólares en cuentas suizas, que serían la herencia dejada a sus hijos por el antiguo rey.
El proceso legal inició tras su regreso al país en 2015, luego de pasar casi toda su vida entre el Líbano y Reino Unido. No obstante, a esto se sumaría los mensajes críticos lanzados en el pasado por Basmah, considerada una defensora de las reformas en un reino. En su opinión, Arabia Saudí debería dejar de ser una monarquía absolutista para convertirse en una constitucional.