Carlos Fitz-James Stuart concedió una entrevista a una conocida revista española donde abordó el futuro de la Casa Real. El actual duque de Alba no pudo eludir el tema que a todos interesa ahora: el próximo nacimiento de su nieta, la primogénita de los duques de Huéscar.
Por Redacción COSAS
Han transcurrido cinco años desde que Carlos Fitz-James Stuart heredó el patrimonio de la Casa de Alba como nuevo duque. Tiempo suficiente para reflexionar sobre el futuro inmediato de la entidad que gestiona, que esta primavera dará la bienvenida a su nueva heredera. Al respecto, el aristócrata se ha mostrado feliz con la llegada de la bebé que esperan su hijo Fernando y Sofía Palazuelo. Incluso, desea que se parezca a su bisabuela, Cayetana. «La niña será la futura duquesa», dijo orgulloso en declaraciones a la revista «¡Hola!» hace solo unos días.
El duque de Alba está satisfecho con su trabajo. En una reciente entrevista realizada hace unos meses lo expresó: «He hecho muchísimas cosas aunque no me corresponde a mí decirlas. He mejorado notablemente la situación económica de la Casa. He ordenado el patrimonio artístico y he abierto mis tres casas. Primero Dueñas, luego Monterrey y ahora Liria, y llevo restaurados más de 50 cuadros».
No obstante, estas acciones no han sido del agrado de su hermano menor, Cayetano Martínez de Irujo. El duque, con suma prudencia, señaló: «Yo no tengo en cuenta eso. Que él opine de lo suyo, porque de lo mío no tiene nada absolutamente que ver». Como se sabe, a la muerte de su madre y según las reglas de la Casa de Alba, Carlos Fitz-James Stuart heredó el patrimonio familiar.
Disputa familiar
En su último libro, publicado el año pasado, Cayetano asegura: «La transición de la Casa de Alba al siglo XXI la he hecho yo por encargo de mi madre y me ha molestado que me hayan apartado y no me lo hayan agradecido. A día de hoy mis tres hermanos mayores no me quieren». Y agrega: «El 1 de enero de 2015, un mes después de la muerte de madre, mi hermano Carlos me quitó de todo: todas las atribuciones que tenía dentro del palacio y dentro de la estructura, me dejó sin sueldo, me dejó en la calle. No tenía ningún ingreso».
Él afirma que solo ha hablado de la historia de su vida y que no tiene nada en contra de ninguno de sus hermanos. Aunque está más próximo a Fernando y a Eugenia, sostiene. También afirma que decidió escribir el libro cuando asimiló todo, sin resentimientos, pero que ha querido hacerlo con absoluta sinceridad. Así, busca dejar constancia de lo que ha hecho por la Casa Real para no desaparecer del mapa.
Futuro sostenible
En 1976, doña Cayetana de Alba creó la fundación que lleva su nombre para mantener íntegro el legado histórico de la familia, formado en su mayoría por la colección que reunió Carlos Miguel Fitz James (1794-1835), decimocuarto duque de Alba. A él se atribuye la compra de las pinturas de las escuelas italiana, flamenca y española, de artistas como Tiziano, Rembrandt, Rubens, Velázquez y Goya.
La fundación consta de 219 óleos, 54 dibujos, 177 acuarelas, 137 miniaturas, 52 tapices, el archivo y la biblioteca con más de 30 mil volúmenes, muebles y preciados objetos históricos. Además del mayor jardín histórico privado que se conserva en el palacio de Liria. De estilo neoclásico, el recinto fue levantado por Ventura Rodríguez en 1770.
Actualmente, el duque de Alba aspira seguir innovando e implantar en sus propiedades energías limpias. De hecho, afirma que ya lo ha hecho en dos de sus fincas en Córdoba. «Llevo con ello cuatro o cinco años pero ahora lo estoy ampliando. Lo importante no solo es producirla, también evacuarla, y para eso en Córdoba tengo una central al lado de la finca. Produzco unos cien megavatios. Tengo energía solar y fotovoltáica», añade.
Fotos: @madameei, @eugeniagaravani, @casadealbafinefood