La pareja más discreta de la realeza monegasca se casó en una ceremonia civil en junio de 2019 y un mes después reafirmó su compromiso por la iglesia. Desde entonces Charlotte Casiraghi y Dimitri Rassam se han dejado ver en contadas ocasiones.
Por Redacción COSAS
La mañana del 1 de junio de 2019, Charlotte Casiraghi y Dimitri Rassam bautizaron a su hijo Balthazar, para protagonizar una de las bodas más esperadas del año en Europa. La pareja se unió en una ceremonia civil celebrada en el Palazzo Grimaldi, en el Principado de Mónaco. Con una sonrisa que pocas veces se le ha visto, la hija de la princesa Carolina y Stéfano Casiraghi le dio el «sí» al productor cinematográfico.
Esa misma noche, la familia real festejó una recepción en la fortaleza de Montecarlo, a la que los recién casados acudieron de blanco. La nieta de Grace Kelly llevaba un vestido Chanel Haute Couture con un toque retro y un collar Cartier de su recordada abuela. Un look nupcial inolvidable.
Un mes después de la ceremonia civil, la pareja contrajo matrimonio en la pequeña abadía de Sainte-Marie de Pierredon, a las afueras del pueblo de Saint-Rémy-de-Pronvece. Desde esa «doble boda», no han sido muchas las oportunidades en las que hemos podido ver a los esposos juntos. Salvo la alfombra roja de la cinta «Le Meilleur Reste A Venir», celebrada en diciembre pasado y de la que el hijo de Carole Bouquet es el productor ejecutivo, la pareja ha preferido pasar desapercibida estos meses. Esto explica por qué fueron los grandes ausentes en el Día Nacional de Mónaco (19 de noviembre de 2019).
Reservada e intelectual
Famosa desde su nacimiento -el próximo 3 de agostó cumplirá 34 años- Charlotte Casiraghi ha copado cientos de páginas de sociedad y revistas del corazón, muy a su pesar. Actualmente, vive en París, alejada del palacio de Mónaco, donde ha retomado sus estudios universitarios. El año pasado la «princesa filósofa», como es que la ha apodado la prensa francesa, publicó un ensayo titulado «Achipiélago de pasiones». El texto fue trabajado en conjunto con su profesor Robert Maggiori.
En los últimos tiempos, la joven ha optado por llevar vida tranquila junto a su esposo y sus dos hijos. Y es que antes de enamorarse, Charlotte era la madre de Raphaël, de 6 años. El pequeño llegó al mundo cuando mantenía un romance con el actor cómico Gad Elmaleh. Por su parte Dimitri, de 38 años, era el padre de Darya, de 7 años, nacida en 2001, fruto de su relación con Masha Novoselovadi. La pareja real, además, tiene un hijo en común, Balthazar, de año y medio.
No obstante, la reserva y la renuencia a los paparazzi y eventos públicos por parte de Charlotte no es algo reciente. Por expreso deseo de su madre, tras el fallecimiento de su padre en un trágico accidente náutico cuando tenía solo 4 años, ella creció lejos del foco mediático. Así fue como vivió su afición por las competiciones hípicas y la moda, envuelta en un aura de mujer misteriosa.
Digna heredera de la belleza de Carolina de Mónaco y Grace Kelly, Casiraghi es una de las mujeres más elegantes del mundo. Musa del recordado Karl Lagerfeld e imagen de Gucci, posee una personalidad rebelde que suele expresa en su forma de vestir. Por todo esto, aunque últimamente no se sepa nada de ella, su vida no deja de despertar fascinación.
Fotos: @giambattistavalliparis, @johnnollet.