Virginia Roberts Giuffre, una de las víctimas de Jeffrey Epstein brindó su testimonio ante la justicia. Ella declaró haber viajado a una de las propiedades del magnate estadounidense para estar a solas y al servicio del príncipe Andrew.
Por Redacción COSAS
A través de unos documentos judiciales divulgados el fin de semana por decisión de una jueza federal de Nueva York, con fecha de 2016, se conoció el martirio que asegura haber vivido Virginia Roberts Giuffre. La mujer de 36 años reveló entonces que pasó dos días con el príncipe Andrew en la residencia de Jeffrey Epstein. Durante ese tiempo, tuvo que atender a todas las necesidades del duque de York, a quien le gustaba especialmente lamerle los dedos de los pies.
En los archivos, difundidos el pasado domingo por la prensa británica, también se menciona que Virginia prácticamente era una “esclava sexual”. «Mi trabajo consistía en entretenerlo sin fin, ya sea que eso signifique complacerlo con mi cuerpo durante un masaje erótico o simplemente llevarlo a pasear a caballo», detalla la declaración de Roberts. Según recordó la mujer que hoy vive en Australia, «la mansión estaba completamente vacía, salvo por un par de empleadas y un par de guardaespaldas».
En su libro titulado «El club multimillonario de Playboy», además, confesó que le resultaba difícil soportar algunas de las extrañas preferencias sexuales de los hombres. «No fue fácil satisfacer los deseos sexuales de estos hombres extraños, siendo el príncipe Andrew uno de ellos», sostuvo al «Daily Mail».
Detalles que lo ponen en aprietos
Virginia ha alegado que tuvo relaciones sexuales, tres veces para ser especifica, con el hijo de la reina Elizabeth II. No obstante, la realeza lo ha negado tajantemente. «Amaba mis pies e incluso lamió entre mis dedos», escribió. Pero «había una falta de pasión en la intimidad que compartimos, para él yo era solo otra chica, y para mí, él era solo otro trabajo».
Roberts también escribió que la enviaron sola a una finca cerca de Santa Fe, Nuevo México, propiedad de Epstein, cuando tenía cerca de 17 o 18 años, para encontrarse con el duque, con quien aparentemente ya había tenido relaciones sexuales al menos una vez en Londres. Él habría tenido alrededor de 41 años en ese momento.
La hoy madre de tres hijos dijo que no le mencionaron a cuál de los amigos del empresario vería en la propiedad. «Me abrazó por la cintura y me saludó como un viejo amigo. Le devolví el abrazo, ya temiendo lo que me esperaba en los próximos días», dijo al respecto. Epstein le pagó casi mil dólares por la visita. De regreso a Nueva York, la joven se encontró con él y su socia Ghislaine Maxwell. «Entonces, ¿cómo estuvo el rancho con el príncipe?» preguntó la expareja y cómplice del pederasta a Roberts, según el documento judicial. Ella respondió: «Lo llevé a caballo, no muy lejos de la propiedad. Fuimos a nadar a la piscina y, por supuesto, le di muchos masajes».
Con estas declaraciones, la situación del padre de Beatrice de York se torna más delicada. «No recuerdo haberme reunido con esa señora», ha dicho enérgicamente. Aunque no ha sabido responder a las preguntas sobre la foto de ambos, en la que se ve una relación de confianza. Por el momento, el príncipe Andrew está en calidad de testigo, así que no está obligado a viajar ni comparecer frente a la justicia estadounidense. Sin embargo, no se descarta que pueda convertirse pronto en pieza clave del caso. Quizá por ello ha cancelado sus vacaciones programadas para este mes en España. Y es que el único lugar en el que puede estar protegido ahora es el Reino Unido.
Fotos: @robertajungmann