El príncipe alemán Ernesto de Hannover, todavía esposo de Carolina de Mónaco, ha sido hoy condenado a diez meses de prisión condicional por un tribunal austríaco. Además, se le ha prohíbido beber alcohol durante ese tiempo y se le exige abandonar temporalmente su actual residencia en Austria.

Por Redacción COSAS

ernesto de hannover

Viena, 23 de marzo. La condena que aqueja al príncipe Ernesto puede ser apelada. La misma no prevé el ingreso a prisión del condenado a menos que se salte la sentencia, una vez sea firme, por insultar, amenazar y agredir en estado de ebriedad, el verano pasado, a agentes de policías y otras personas.

Los incidentes por los que se le condenó tuvieron lugar entre julio y septiembre pasados. Todo sucedió en la localidad austríaca de Grünau im Almtal, donde el príncipe tiene una lujosa residencia y un pabellón de caza. Pero esto no fue todo.

El tribunal regional de Wels también probó que el aristócrata, de 67 años de edad, amenazó gravemente a una pareja que trabajaba en una propiedad de la Fundación del duque de Cumberland. Dos incidentes impensados para un miembro de la realeza, ahora sopesan sobre el príncipe.

Juicio y sentencia

La sentencia incluye que Ernesto de Hannover no podrá vivir durante al menos tres años en su residencia de Grünau im Almtal. La furia del aristócrata fue inmediata, pues considera esa imposición como “imposible de aceptar”. “¡Imposible! Vivo allí desde hace 50 años”, exclamó, según informa la agencia austríaca apa. El tribunal también obliga al aristócrata a someterse un tratamiento de psicoterapia.

Al inicio del juicio, esta mañana, el príncipe se proclamó “no culpable”, lamentó lo sucedido, pidió disculpas y se acogió a su derecho a no declarar.

Los abogados del aristócrata argumentaron que desde los incidentes había mostrado buen comportamiento. Recordaron que los mismos tuvieron lugar cuando el príncipe pasaba por una complicada situación personal por el enfrentamiento con su hijo por la dirección de la fundación familiar. Además, justificaron su errático comportamiento esos días al haber estado sometido a unos “fuertes analgésicos” que le recetó su dentista.

Los problemas del aristócrata

A pesar de haber sido ingresado en un centro psiquiátrico, el príncipe Ernesto no ha podido alejarse de los problemas.

El primer altercado tuvo lugar el 15 de julio del 2020, cuando el noble insultó, amenazó y atacó a varios agentes de policía que se presentaron en su residencia. Tuvo que ser reducido y enviado a pasar la noche a un hospital psiquiátrico.

Esa misma semana, los problemas del aristócrata con las fuerzas del orden siguieron escalando. Tal y como recoge la Fiscalía, cuando acudió a la comisaría cinco días después para poner una denuncia por violencia policial, volvió a ser detenido tras amenazar a dos agentes con un bate de béisbol.

El príncipe protagonizó un último altercado a comienzos de septiembre en un edificio residencial de la Fundación del duque de Cumberland. Rompió una ventana, amenazó y coaccionó a una pareja de trabajadores. Ahora con diez meses de cárcel y la imposibilidad de beber alcohol, se espera el príncipe Ernesto pueda recapacitar y mejorar su situación emocional.

Con información de Agencia EFE.

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