La reina Isabel II de Gran Bretaña reveló que quedó “muy cansada y exhausta” después de su reciente infección de COVID-19.

Por Rodrigo Schang

La monarca de 95 años, que dio positivo por coronavirus en febrero, habló sobre su experiencia en una videollamada con el personal de un hospital del este de Londres el miércoles.

Hablando con el ex paciente de COVID-19, Asef Hussain, la reina dijo sobre el virus: “Me alegro de que estés mejorando… Te deja muy cansado y agotado, ¿no? Esta horrible pandemia. No es un buen resultado”.

La reina escuchó del personal del hospital sobre sus experiencias de trabajo en primera línea durante la pandemia.

El hermano y el padre de Hussain murieron a causa de la enfermedad, informó la agencia de noticias PA Media.

Fue el tercer miembro de su familia en ser hospitalizado con COVID-19, luego de enfermarse en diciembre de 2020. Contando su experiencia, le dijo a la reina: “Recuerdo despertarme una mañana y encontrar muy, muy difícil respirar. “

Agregó que sentía “como si no hubiera oxígeno en la habitación” e incluso asomó la cabeza por la ventana, “solo tratando de respirar, tratando de obtener ese oxígeno extra”.

Hussain pasó siete semanas con un respirador en el hospital y aún se está recuperando.

Durante su visita virtual, la reina también escuchó cómo el personal del hospital respondió a la gran afluencia de pacientes con COVID-19.

Hablando con el equipo de construcción que construyó la Unidad “Queen Elizabeth” de 155 camas en los pisos 14 y 15 del hospital en cinco semanas, en lugar de los cinco meses habituales, dijo: “Es muy interesante, ¿no es así?, cuando algo muy vital, ¿cómo todos trabajan juntos y se unen? Maravilloso, ¿no es así?”.

Jubileo de Platino

La reina, que celebra su 70º año en el trono, ha lidiado con una serie de problemas de salud en los últimos meses.

En un servicio religioso en octubre, la reina usó un bastón en público por primera vez desde 2003.

Más tarde ese mes, se tomó un descanso de los compromisos reales después de pasar una noche en un hospital del centro de Londres, donde los médicos le hicieron “pruebas preliminares” y le aconsejaron que descansara unos días.

El Palacio de Buckingham anunció en febrero que la soberana de 95 años sufría “síntomas leves similares a los de un resfriado” como resultado de la infección por COVID-19, pero que continuaría con tareas ligeras en Windsor. El palacio confirmó previamente que tanto la monarca como su difunto esposo, el príncipe Felipe, recibieron sus primeras dosis de una vacuna contra el COVID-19 en enero de 2021.

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