Una nueva raza podría reemplazar a los corgis de la fallecida Reina Elizabeth II. Se trata de los Jack Russell Terrier.
Por Sergio Herrera
Cuando el Rey Carlos III y la Reina Consorte Camilla se instalaron en el Palacio de Buckingham, también se mudaron con sus perros, Bluebell y Beth. Son dos Jack Russell Terrier que fueron rescatados del Battersea Dogs & Cats Home en 2017, un albergue del que la Reina Consorte es patrona. Ellos reemplazarían a los corgis, la raza favorita de Elizabeth II que caracterizó por décadas a Buckingham. Como se recuerda, los dos perros que le quedaban a la difunta Reina, Muick y Sandy (un dorgi y un corgi) fueron trasladados a la Royal Lodge. Allí vivirán con el príncipe Andrew y su ex esposa, Sarah Ferguson, duquesa de York.
Sin embargo, los perros de los flamantes reyes de Inglaterra no son totalmente desconocidos por el gran público. A inicios de este año, como editora invitada de la revista Country Life, Camilla escogió a Bluebell y a Beth para protagonizar la portada de la revista. Como curiosidad, el magazine contiene una sección llamada «Girls in Pearls», donde mujeres famosas posan ataviadas joyas. Pero en este número, los perros de los reyes aparecieron vistiendo las joyas de Camilla. Posaron en un banco de la residencia privada de la Reina Consorte, Raymill House, en Wiltshire.
Los Jack Russell: fieles compañeros del Rey
La historia del Rey Carlos III con los Jack Russell Terrier se remonta a su juventud. Ya en los años setenta, cuando jugaba al polo, se le ve acompañado de estos perros. En la década siguiente, también se pueden apreciar estos perros junto al entonces príncipe de Gales, su primera esposa, Lady Di y sus hijos, William y Harry. Finalmente, en los años noventa, el monarca británico tuvo a Pooh y luego a Tigga, sus Jack Russell más famosos.
Lamentablemente, Pooh se hizo famoso porque desapareció mientras daba un paseo por la finca de Balmoral. Jamás se le localizó. Por otro lado, Tigga vivió hasta los 18 años y fue, de acuerdo, a The Telegraph, «una compañera y querida mascota de la familia» hasta su muerte en 2022. La fiel mascota del Rey está enterrada en los terrenos de Highgrove e incluso, ha sido inmortalizada en una escultora que se puede ver en los jardines de la residencia.
¿Cómo encontraron a Bluebell y a Beth?
En una entrevista para BBC Radio 5 Live, la Reina Camilla reveló la historia de cómo conoció a sus perros. «Fui a Battersea y apareció Beth, que acababa de ser trasladada de un lado para otro y abandonada». Rápidamente, la Reina pensó que ella necesitaría una amiga. «La encontraron a Bluebell dos o tres semanas después, vagando por el bosque, sin pelo, cubierta de llagas, prácticamente muerta», explicó Camilla. «Y la cuidaron hasta que volvió a la vida y le volvió a crecer el pelo. Es muy dulce, pero un poco neurótica, digamos».
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