Desde el matrimonio entre el rey Charles III y la reina Camilla, hasta la romántica historia ente Haakon y Mette-Marit de Noruega. 

Por Daniella Bejarano

Desde muy pequeños, en su mayoría, hemos creído que el amor es como en los cuentos de hadas y princesas. Donde personajes de la realeza se casan en ceremonias llenas de pompa y elegancia. Por ello, con motivo del día de San Valentín, les compartimos una recopilación de las historias de amor más románticas y mediáticas de la realeza.

Príncipe Harry y Meghan Markle

Sin duda, esta es una de las historias que más eco hizo no solo en la realeza británica, sino a nivel mundial. Un amor de película: la actriz de Hollywood que se enamora de un príncipe en una cita a ciegas.

Como ellos mismos contaron en la serie de Netflix, Harry y Meghan, lo suyo fue una conexión instantánea. Una pareja que muy pronto descubrió que tenían tanto en común, que los miles de kilómetros de distancia que los separaban, no eran nada comparado al tiempo que pasaban juntos.

«Nunca pasamos más de dos semanas sin vernos, aunque obviamente, estábamos teniendo una relación a distancia», explicó el príncipe Harry en un documental.

Meghan

Meghan Markle y el príncipe Harry

La conexión fue tan real que tan solo un año y medio después de formalizar como pareja, dieron a conocer su compromiso y finalmente contrajeron matrimonio el 19 de mayo de 2018 en la capilla de St. George, en el Castillo de Windsor.

Pero no todo fue color rosa. A pesar que Meghan Markle intentó no hacer caso a los tabloides de noticias británicos, el acoso frente a la duquesa de Sussex se incrementó durante su estadía en Reino Unido, y sobre todo, durante su primer embarazo, motivo por el cual la pareja se alejó del territorio británico y hoy se encuentra viviendo en Estados Unidos junto a sus dos hijos: Archie y Lilibet.

El príncipe Harry junto a su esposa, Meghan Markle, y sus dos hijos: Archie y Lilibet

Charles III y la reina Camilla

Esta se podría considerar la historia de amor más mediática y complicada de todas en el mundo de los royals. Todo comenzó en la década de los setenta, cuando el entonces príncipe Charles y Camilla Shand (su apellido de soltera) se conocieron gracias a una amiga en común. Desde aquel día, el primogénito de la difunta reina Elizabeth II quedó flechado por ella y nació su relación que tuvo fin en 1973, sin conocerse los motivos de la ruptura.

A raíz de su separación, ambos rehicieron su vida y Camilla se casó con Andrew Parker-Bowles en julio de 1973, algo que según fuentes cercanas a la familia real, dejó devastado al actual rey Charles III.

El rey Charles III y la reina Camilla cuando eran jóvenes

Diana de Gales llega a la vida del príncipe

Muchos años después, en 1981, entra en escena la eterna Diana Spencer, quien se comprometió con Charles y celebró la llamada boda del siglo, dando así el inicio a la historia de los príncipes de Gales. Sin embargo, luego se conoció que el actual monarca había retomado su relación en secreto con Camilla durante su matrimonio con la recordada Lady Di. 

«Éramos tres en mi matrimonio», confesaba Diana en una entrevista que dio a la BBC, frase con la que confirmaba el secreto a voces: Charles y Camilla estaban juntos.

Su mediática relación

Tras su divorcio con la princesa Diana y su fatal fallecimiento en 1997, la pareja ya no se escondía y decidió hacer caso omiso a los comentarios de la prensa mundial y sobre todo, a los deseos de sus hijos con Lady Di, el príncipe William y el príncipe Harry. Fue así como en el 2005, en una atípica ceremonia, Su Alteza Real contrajo nupcias con el amor de su juventud, historia que el 6 de mayo de 2023 escribió otro capítulo al ser los primeros reyes ingleses ungidos con aceite sagrado en la Abadía de Westminster, pero casados solo por lo civil.

La foto oficial de la familia real británica el día de la boda de Charles III y la reina Camilla

Haakon y Mette- Marit de Noruega

Con más de dos décadas de casados, los futuros reyes de Noruega siguen protagonizando la historia de amor más romántica de la realeza. Hakoon Magnus acababa de graduarse en ciencias políticas por la Universidad de Berkeley cuando la vio por primera vez en un bar durante el festival de rock Quartfestivalen de Kristiansand.

«Ella era como una luz. Fue como si una luz entrara en la habitación. Dijo ‘Hola’ y luego se fue. Me causó una gran impresión. Así recuerdo nuestro primer encuentro. Mette no lo recuerda así. (…) Lo que puedo decir con certeza es que estaba fascinado y que me fascinaba aún más cuando hablábamos», cuenta Hakoon en el libro de memorias de uno de sus hijos.

Al principio, la pareja llevó su relación en secreto, puesto que Mette-Marit era madre soltera, algo que en aquel momento, no estaba bien visto por la realeza noruega. Pero su amor fue más fuerte y grande que cualquier obstáculo que se cruzó entre ellos y finalmente se casaron el 25 de agosto del 2001.

De aquella unión, nacen sus hijos la princesa Ingrid, futura heredera, y el príncipe Sverre Magnus.

Haakon y Mette-Marit de Noruega en el día de su boda

Willem Alexander y Máxima de Países Bajos: un amor que nace en Andalucía

Una historia de amor que nació en la feria de Sevilla. Era primavera de 1999, el príncipe estaba de visita en la capital andaluza y la vio por primera vez en la caseta del Real Club de Andalucía, gracias a una amiga del colegio de la entonces futura reina que conocía al heredero neerlandés.

Aunque su primer encuentro se dio en España, el amor surgió en Manhattan, donde ella trabajaba. La elegida por el heredo del trono conquistó al mundo por su carisma y simpatía y juntos, protagonizaron el primer matrimonio de la realeza neerlandesa entre un príncipe y una mujer sin sangre real, además de ser la primera reina católica en una nación donde la mayoría es protestante.

«Al principio no me llamó la atención. Fue después de hablar mucho», confesó la reina Máxima en una entrevista

Rainiero y Grace de Mónaco

A pesar que ya no están entre nosotros, la historia de los últimos protagonistas de nuestra lista es, sin duda, una para recordar. El «culpable» de la relación fue Pierre Galante, un conocido editor de un diario francés que decidió organizar una sesión fotográfica de Grace Kelly con el príncipe Rainiero, dos guapos solteros libres en el mercado.

Durante el encuentro, que tuvo como escenario el Palacio, dieron un paseo por el Principado, hablaron un poco y se despidieron sin más. A la mañana siguiente, la actriz de Hollywood le envió una nota de agradecimiento y se encendieron las llamas del amor. El flechazo fue tal, que Rainiero de Mónaco le pidió matrimonio sin ceremonia previa ni protocolo. El 5 de enero de 1956 se hizo oficial el compromiso y la boda se llevó a cabo en abril de ese mismo año.

Príncipe Rainiero de Mónaco y Grace Kelly visiblemente enamorados

El trágico desenlace de una historia de amor de película

El 13 de setiembre de 1982, la actriz sufrió un fatal accidente de tránsito que la dejó en coma. Tenía entonces 53 años. La familia tuvo que desconectarla del único hilo que la mantenía con vida, puesto que los médicos se sinceraron con ellos y les comunicaron que no iba a poder superar la hemorragia cerebral ni las lesiones de médula.

Rainero nunca más fue el mismo. En su veinte aniversario de muerte, rindió un tributo especial y le escribió una carta a quien fue su compañera por 26 años: «Fue una mujer perfecta. Un ser especial que con su sola presencia provocaba la admiración de todos. Estará siempre presente en nuestros corazones».

El exjefe de Estado finalmente falleció en abril del 2005 a los 81 años.

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