Dos encapuchados robaron vehículos en el Castillo de Windsor, mientras los príncipes y sus hijos dormían.
Por: Redacción COSAS
Dos encapuchados asaltaron el Castillo de Windsor cuando los príncipes de Gales, William y Kate Middleton, junto a sus tres hijos, dormían en su residencia cercana, Adelaide Cottage. Este robo desató una ola de interrogantes sobre la seguridad del emblemático recinto, que tradicionalmente es considerado un símbolo de protección para la familia real británica.
Los ladrones parecían conocer los movimientos del personal de seguridad, los puntos ciegos de las cámaras y el momento exacto en que podían actuar sin ser detectados.
El asalto ocurrió la madrugada del 13 de octubre, cuando los atacantes accedieron al castillo por una de las puertas más cercanas a la casa de los príncipes. Según fuentes oficiales, los desconocidos utilizaron un camión robado para destrozar una de las puertas de seguridad e ingresar a una granja dentro del castillo. Desde allí, se apoderaron de una camioneta agrícola Isuzu negra y un quad rojo.
El hecho es aún más alarmante al considerar que la puerta dañada es una de las principales rutas de acceso para la familia real, quienes frecuentemente la utilizan para sus salidas y entradas diarias. Este incidente se produjo cuando el rey Carlos se encontraba en Escocia y la reina Camilla en la India, por lo que no hubo presencia directa de miembros de la familia real en el castillo.
Una de las principales preocupaciones la aparente demora en la activación de las alarmas del castillo. Según un portavoz de la policía británica, las alarmas solo se activaron después de que los intrusos derribaran la barrera de seguridad en la granja. La situación generó un debate sobre los protocolos de seguridad en la fortaleza.
El asalto pone en evidencia las fallas de seguridad en la fortaleza sobre la protección de la familia real británica.
El portavoz de la policía comentó: “Los agresores entraron en la granja y se llevaron una camioneta Isuzu negra y un quad rojo. Luego se dirigieron hacia la zona de Old Windsor / Datchet. No se arrestó a nadie todavía y hay una investigación en curso”.
Aunque los terrenos del castillo están bajo vigilancia regular por patrullas, la falta de agentes armados en algunas de las entradas más vulnerables puso en evidencia posibles fallas en el sistema de seguridad.
Este no es el primer incidente de seguridad grave en el Castillo de Windsor. En diciembre de 2021, un intruso armado con una ballesta logró escalar uno de los muros del castillo con la intención de dañar a la difunta reina Isabel II. El hombre, identificado como Jaswant Singh Chail, de 23 años, fue arrestado y posteriormente condenado a nueve años de prisión por traición.
Estos sucesos reavivaron los temores sobre la capacidad de la seguridad para proteger tanto a los miembros de la familia real como a los icónicos edificios que forman parte de su residencia.
La combinación de accesos poco protegidos y la retirada de agentes armados podría haber facilitado la entrada de los asaltantes, lo que llevó a críticas sobre la gestión actual de los recursos de seguridad.
Adelaide Cottage: una residencia pacífica con historia
Los príncipes de Gales, William y Kate, dormían junto a sus tres hijos en su residencia cercana, el Adelaide Cottage.
Adelaide Cottage, la vivienda de los príncipes de Gales y sus hijos, fue elegida por la familia real en el verano de 2022, cuando decidieron mudarse desde el Palacio de Kensington. La decisión se tomó con el fin de encontrar un ambiente más tranquilo y cercano a la naturaleza, alejado del bullicio del centro de Londres. A diferencia de otras residencias reales, esta casa, construida en 1831, no necesitó grandes renovaciones de seguridad al trasladarse la familia.
La casa, de un tono rosa distintivo, es pequeña y cuenta con solo cuatro habitaciones, lo que permitió que los príncipes de Gales vivan de manera más sencilla y discreta, sin el personal habitual que pernocta en otras residencias. Esto les ha permitido disfrutar de un estilo de vida más relajado, sin perder el contacto con la naturaleza, que es algo que buscaban para sus hijos.
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Mientras tanto, la investigación sobre el asalto continúa y la policía no ha realizado detenciones hasta el momento. El debate sobre la seguridad, sin embargo, parece lejos de resolverse, ya que las autoridades deberán reconsiderar la presencia de agentes armados y las medidas preventivas para evitar futuros incidentes que pongan en riesgo a la familia real y sus residencias.
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