El biógrafo Andrew Lownie revela cómo el príncipe utilizó a su personal y círculo de amigos para conseguir mujeres, incluidas bailarinas del Royal Ballet, mientras fortalecía su vínculo con Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell
Por: Redacción COSAS
El príncipe Andrew, de 65 años, vuelve a estar en el centro de la controversia tras la publicación de nuevas revelaciones sobre su vida privada y su relación con el fallecido empresario Jeffrey Epstein. El escritor y biógrafo Andrew Lownie asegura en su libro El ascenso y la caída de la Casa de York que el hijo de la reina Isabel II “rogó a su personal y amigos que le consiguieran chicas”, mostrando una clara preferencia por “las bailarinas y las rubias”.

El príncipe Andrew, apodado “Randy Andy” en su juventud, solía encargar a su personal y amigos la búsqueda de mujeres para su compañía.
Según Lownie, el entonces duque de York mantenía una “obsesión con el sexo” y utilizaba su posición para acercarse a mujeres jóvenes, muchas de las cuales no conocía personalmente. “Se acostaba con mujeres que no sabía que eran prostitutas”, afirma el autor, quien detalla que incluso oficiales de protección personal, financiados por el Estado británico, colaboraban en este tipo de solicitudes.
Invitaciones, clubes y el uso del poder real
El libro describe que Andrew recurría a diversos métodos para conocer mujeres. “Descubría a una atractiva bailarina en el Royal Ballet y luego enviaba a su oficial de protección personal a invitarla a conocer al príncipe. Otras variantes incluían enviar ayudantes para invitar a chicas a su mesa en el club nocturno londinense Chinawhite o a su suite de hotel cuando estaba en el extranjero”, cita Lownie.
El autor también documenta episodios en los que el personal del príncipe solicitaba la presencia de mujeres en eventos sociales: “El personal de Andrew a menudo solicitaba que se invitara a mujeres atractivas a los eventos, y un secretario privado especificaba: ‘Le gustan las rubias’, a lo que un cónsul respondió: ‘Soy un diplomático, no un proxeneta’”.

Se cree que el rey Carlos III confrontó a su hermano menor, el príncipe Andrew, y le pidió que renunciara a sus títulos reales en medio del escándalo Epstein.
Conexiones con Epstein y Maxwell
El príncipe renunció como enviado comercial especial del Reino Unido en 2011 tras críticas por sus vínculos con Jeffrey Epstein, quien fue condenado por abuso y tráfico sexual de menores. Según Lownie, durante esos años “se rumoreaba que Andrew traía mujeres con él y que le gustaba quedarse en hoteles en lugar de en la residencia real, ya que le daba más independencia en cuanto a quién veía, ya fueran mujeres u hombres de negocios”.
El escritor agrega que existieron “historias de acompañantes que se hacían pasar por mujeres profesionales y que le ofrecían la posibilidad de ligar con ellas”. En sus páginas, también menciona que el príncipe “explotó sus vínculos reales”, entre ellos su patrocinio del Ballet Nacional Inglés (ENB), una institución en la que “su principal interés eran los bailarines, más que el ballet en sí”.

Virginia Giuffre, víctima de Jeffrey Epstein, afirmó que fue obligada a acostarse con el príncipe Andrew en tres ocasiones cuando era menor de edad.
Un funcionario del ENB citado por Lownie declaró: “Cuando asistía, insistía en elegir quién se sentaría con él en el palco real. No se dieron los nombres al ENB. Se sospechaba que se trataba de amantes, una profesora de yoga y varios empresarios. Al presidente se le permitió entrar en el intermedio para tomar una copa”.
Las acusaciones de Virginia Giuffre
Virginia Giuffre, una de las víctimas de Epstein, sostuvo que fue obligada a mantener relaciones sexuales con Andrew en tres ocasiones. En sus memorias póstumas, publicadas esta semana, reiteró sus afirmaciones. El príncipe llegó a un acuerdo extrajudicial en Estados Unidos en 2022, pagando millones de dólares a Giuffre, aunque “niega enérgicamente las acusaciones en su contra”, según un comunicado reciente del Palacio de Buckingham.

Virginia Giuffre compartió una imagen de ella a los 17 años junto a Ghislaine Maxwell, conocida como la colaboradora cercana de Andrew y Epstein.
El exfiscal federal Neama Rahmani declaró que el príncipe probablemente “no volvería a poner un pie en suelo estadounidense por temor a ser arrestado o interrogado sobre Epstein”. Por su parte, el congresista Stephen Lynch, miembro del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, expresó su intención de hablar con Andrew “sobre su participación” en la red del financista.

El exduque renunció a sus títulos nobiliarios, alegando que “las continuas acusaciones sobre mí distraen del trabajo de su Majestad y de la familia real”.
Ghislaine Maxwell, exasociada de Epstein y figura cercana al príncipe, cumple una condena de 20 años de prisión por su papel en el tráfico sexual de menores. Mientras tanto, el Palacio de Buckingham mantiene silencio ante las nuevas revelaciones del libro.
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