Un país entrampado
La suerte del Perú no es la peor ni la mejor. No está tranquilo porque Pedro Pablo Kuczynski se haya salvado de la vacancia. Ni reconciliado porque Alberto Fujimori haya obtenido el indulto humanitario. Ni confiado porque la “lucha anticorrupción” ande metida en todo. Ni esperanzado porque tal vez vuelvan los tiempos de las vacas gordas. El país está, sencillamente, entrampado.