La parábola de El Olivar de MASUNOSTUDIO
El liderazgo arquitectónico de MASUNOSTUDIO logró crear un edificio multifamiliar autoconstruido en el que fachada y visuales se funden con el parque más emblemático de San Isidro.
El liderazgo arquitectónico de MASUNOSTUDIO logró crear un edificio multifamiliar autoconstruido en el que fachada y visuales se funden con el parque más emblemático de San Isidro.
Cuando a Sebastián Lores le encomendaron la renovación de la antigua casona miraflorina del psicoanalista Max Hernández, tuvo que enfrentarse a dos desafíos: primero, cumplir con las expectativas y superar los recelos de los propietarios; y segundo, respetar el legado de su mentor, Emilio Soyer, quien tiempo atrás se encargó de una primera transformación de la casa.
La forma rectangular del terreno determinó que los arquitectos René Poggione y Susel Biondi plantearan la casa en paralelo, en lugar de atravesar el espacio, con lo cual cumplían también con el encargo de los propietarios: disfrutar plenamente del exterior.
El arquitecto Francisco Dulanto asegura que no hay nada que disfrute más que diseñar casas de campo. En la casa MEC, ha volcado su predilección por los materiales crudos, la amplitud de los espacios y la sobriedad de las formas.
A simple vista, no se avizora otra. Esta casa, diseñada por José Orrego y ubicada en una urbanización de Cieneguilla, parece única en el paisaje. Con sus cuatro fachadas, la textura y los colores propios de los materiales se funden con el entorno, hasta apropiarse de él.
Para que la naturaleza y la arquitectura se fusionen y potencien, el arquitecto Martín Dulanto planteó en esta casa un trabajo topográfico. El resultado es un diseño de líneas simples que resalta lo orgánico de los materiales empleados.
Un espacio de personalidad fuerte y elegancia implacable. Así es el penthouse que María Elisa Zegarra y Deborah Kouri personalizaron en Lima. La propuesta sobresale, además, por algo atípico en proyectos como este: la vitalidad y calidez de sus ambientes.
La idea de Jennifer Junek era atrevida: transformar dos departamentos, diseñados por Mario Lara, en un dúplex familiar. ¿El resultado? Una vivienda urbana, de impronta contemporánea y detalles sobrios, que sobresale por su armonía.
Mientras se transita por esta casa diseñada por Beatriz Pestana y Alonso Valdizán, se va descubriendo el juego de alturas y espacios. El equilibrio entre la volumetría, la materialidad y la naturaleza, así como la ligereza, se establece gracias a la interacción de los volúmenes de concreto visto.
En este proyecto costero, ubicado al sur de Lima, Patricia Llosa y Rodolfo Cortegana reflexionan sobre la articulación de los espacios a través del lleno y el vacío, y buscan nuevas rutas para encontrar la esencia de su trabajo arquitectónico.