¿Qué llevó a este grupo de empresarios, allá por 2007, a crear Empresarios por la Educación? José Miguel Morales grafica la necesidad con una anécdota. “Entre los años 2003 y 2004, cuando estaba en la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (Snmpe), fui al nido de mi nieto mayor y vi un cartel que decía: ‘La mina contamina’. Entonces, dije: ‘¡Esto no puede ser!’. Además, ¡el nido era de una de las hijas de un señor cuyo padre fue un minero connotado! Pedí que se investigara qué estaba pasando y descubrimos que el problema estaba en los textos escolares. Llamamos a los propietarios de las editoriales y les explicamos qué era una mina, qué era un yacimiento de petróleo. Incluso los llevamos a la mina para que vieran de qué les hablábamos. Después de dos años, con gran satisfacción, vi que algunos de los libros cambiaron el mensaje”.

Ricardo Briceño recuerda que también tuvo que ver con el Simposium del Oro, en el que invitaron a un experto que habló de la importancia de la educación. “Claro, el señor que se apellidaba ONG”, añade Morales, entre risas. “Timothy Ong, de Brunéi, era el encargado de administrar los bienes del sultán. Nos comentó que en 1998 Brunéi era el país número uno en ingreso per cápita del Asia, pero que después de una década perdieron el ritmo. ‘Me equivoqué, no invertí en educación’, nos dijo, porque Singapur, Taiwán y China les sacaron ventaja. Pasaron del primer puesto al número diez”. “La educación, para los empresarios y para la sociedad, es el futuro”, agrega Briceño.

Como una iniciativa de la Confiep, Morales, De la Puente y Briceño fundaron esta asociación sin fines de lucro en 2007.

¿Qué quedó de esa concepción, que tenían los empresarios, de que se debían exclusivamente a sus accionistas?
RB: No es contradictorio. Primero, tenemos una responsabilidad a nivel del individuo. Todos queremos un país más educado, más desarrollado, pero desde un punto de vista quizás egoísta, como empresarios, nos preocupa el factor humano, el elemento más importante en la ecuación de la productividad. Si nosotros no nos preocupáramos por mejorar la productividad del trabajo, seríamos malos empresarios. En consecuencia, es una necesidad intrínseca de la empresa ocuparse y preocuparse de que haya una buena educación.

En 2007, cuando el señor Morales decide lanzarse en esta aventura, ¿no lo detuvieron? Entonces el Sutep era un protagonista capaz de paralizar una región entera.
CDLP: Más bien, pensábamos que había problemas y que teníamos que involucrarnos para tratar de ayudar a solucionarlos.

Claro, pero una cosa es hacer un foro en Confiep y otra hacer de la nada una asociación que involucre a los empresarios en el sector más complejo de todos.
JMM: Quién sabe, quizás fui un poco irresponsable… (risas). Primero nos interesó velar por la infraestructura, pero conforme fuimos avanzando nos dimos cuenta de que el problema era el aprendizaje; en la secundaria solo el 13% comprendía lo que leía y el 2% comprendía las matemáticas. No fue fácil tratar con el Sutep, nos acusaban de querer privatizar la educación. Pero, poco a poco, maestros y padres de familia fueron comprendiendo que lo que nos interesaba, a partir de las capacitaciones, era elevar la calidad educativa. Nos abrieron las puertas.

¿Y qué piensan, cómo se sienten, respecto al Congreso que censuró a Jaime Saavedra, el único ministro que puso a la educación como uno de los temas más importantes de la agenda?
JMM: Nosotros no estamos acá para hacer política.
RB: A través de los años, hemos entendido, como dice José Miguel, que la educación, más que una gestión en particular, debe ser una política de Estado.

Aunque no lo quieran decir, estoy seguro de que, como empresarios, les preocupa que haya un Congreso que de forma intransigente censure a un ministro por una disputa política más que por un tema relacionado con la política educativa.
JMM: Claro que nos preocupa, no solo como empresarios, sino como peruanos.
RB: Por ejemplo, si mañana el presidente Kuczynski quisiera llamar al doctor Morales, después del linchamiento público que se le hizo al ministro Saavedra, seguro que no va a aceptar.
JMM: Ten por seguro que no aceptaría.
RB: Bueno, por suerte tenemos a Fernando Zavala.
CDLP: Felizmente tenemos a gente comprometida que sigue pensando que hay que estar ahí.
JMM: Fernando Zavala era tesorero de Empresarios por la Educación.

¿Qué opinan de la ideología de género y todo este debate que existe en torno al currículo educativo del Ministerio de Educación?
CDLP: El tema de la igualdad de género es fundamental, porque los niños tienen que aprender desde muy pequeños que todos somos iguales. Y la educación debe llegar a todos por igual, sin diferencias.

Un colectivo de padres salió a marchar en contra de la igualdad de género.
RB: Pueden salir a marchar, pero nada va a cambiar el hecho de que la violencia familiar es un tema que se debe tratar y hay que buscar la forma de resolverlo. No se trata de un tema poco común, sino todo lo contrario. No sé si vamos a llegar a la ideología de género, pero debemos ser francos y abordar los temas de violencia familiar, de violencia de género, para aspirar a ser una mejor sociedad. Los niños y las niñas tienen que ser tratados por igual. Comencemos por lo básico.

Por Luis Felipe Gamarra   
Foto de Javier Zea

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