Como parte de las actividades en torno a la muestra abstracto viajero andinos fetichizados de Eli Sudbrack (avaf), el MATE proyectará el documental Kiki, una mirada conmovedora a la escena underground de baile creada por la comunidad LGTBQ de Nueva York. Luego de la proyección, DJ Branko Bojovic le pondrá el ritmo al evento.
Tuvieron que pasar tres décadas para que un director se animará en explorar la evolución del baile undergroung en Nueva York, como lo hizo con éxito Paris is burning (1990). Al igual que el documental de Jennie Livingston, Kiki (2016) sumerge su ojo fílmico en la historia de las minorías detrás del baile underground en Nueva York. Si en los años sesenta, la comunidad negra había consolidado el vogue como performance artística (donde los bailarines evocaban poses de modelos con bastante feminismo), Kiki nos habla de la evolución de este baile en la actualidad.
El documental nació cuatro años antes de su lanzamiento, cuando Twiggy Pucci Garçon (uno de los personajes principales de la escena Kiki), se animó en compartir su experiencia desde el «otro lado de la comunidad LGBT en los Estados Unidos»: aquella que baila con ritmo y que no precisamente pertenece a la clase blanca. Así, él co-escribió el proyecto junto con la directora y artista visual sueca Sara Jordenö.
De esta forma, Kiki evidencia la importancia que tiene el baile para empoderar a las comunidades en las comunidades LGTBQ conformadas por afroamericanos y latinos. Tal y como se explica en la web del documental: “Las espectaculares fiestas Kiki ofrecen a los artistas un espacio seguro y habilitado para representar diversos modelos de expresión de género, incluyendo una feminidad estilizada que, si se ejecuta en las comunidades en las que crecieron, podría provocar el ridículo y violencia».
Fiesta en el MATE
Como parte de las actividades que el MATE viene realizando para promover la tolerancia y la inclusión de la comunidad LGTBQ, este jueves 1 de marzo se realizará KIKI Film party, un evento donde se proyectará el documental al aire libre. La idea es que los asistentes encuentren un lugar para conectarse con el arte de forma interactiva y, por qué no, bailar como si estuvieran en la escena underground de Nueva York. La cita inicia a las 7:30 p.m.