Doria Ragland habría sido invitada por la monarca a pasar las próximas fiestas navideñas en Sandringham House con el resto de la familia real británica. Se trata de un gesto muy especial hacia Meghan, quien no cuenta con más parientes en Inglaterra.
La duquesa de Sussex no pasará su primera Navidad como royal rodeada únicamente de su familia política. Según el Daily Mail, la reina Isabel II habría invitado a la madre de Meghan a unirse a la tradicional celebración de los Windsor en Sandringham House.
Aunque la monarca estaría rompiendo el protocolo, la invitación ha sido tomada como una deferencia al estado de la esposa del príncipe Harry —quien espera su primer hijo— y al hecho de que Doria Ragland es el único familiar cercano que la futura mamá tiene en el Reino Unido.
Pese a polémica que envuelve a los Markle, Doria ha causado una buena impresión a la familia real con su elegancia y sobriedad. Así lo vimos a su paso por la boda real y mientras acompañaba a su hija y a su yerno en el primer acto oficial que protagonizaba la duquesa, en la presentación del libro de recetas Together: Our Community Cookbook.
El aprecio de la reina
Tal parece que la reina Isabel II guarda un singular aprecio por la madre de Meghan desde que tomaron el té juntas, un día antes del enlace nupcial. No obstante, el gesto no deja de causar asombro puesto que ni siquiera los Middleton —que sí han acudido junto a los Windsor a la misa del 25 de diciembre en varias oportunidades— han pasado una noche en la casa de campo Norfolk. La familia de Kate prefiere pasar esas fechas en su propio hogar donde ocasionalmente se les han unido los duques de Cambridge.
La presencia de Doria en Sandringham confirmaría que la soberana es capaz de saltarse sus propias normas siempre que considere la existencia de una razón muy importante. De la misma forma actuó el pasado diciembre, incluyó a Meghan en la lista de invitados a pesar de que aún no era la esposa de Harry. El hecho fue catalogado como excepcional y sin precedentes.
Por otro lado, la gentileza de la reina refuerza la idea de que la duquesa de Sussex está cada vez más integrada a la familia real y que la relación de ambas va viento en popa. Incluso, muchos especulan que Meghan sería la nieta política favorita de Isabel II. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta la predilección que la monarca siente desde siempre por el hijo menor de Diana de Gales.