Las negociaciones que el príncipe Harry y Meghan Markle tuvieron con la realeza, les ha dejado menos de lo que esperaban.
Por Redacción COSAS
Si el pasado lunes 13, la reina Elizabeth II convocó a una reunión con los miembros de la alta realeza de la familia Windsor para pactar los términos de la emancipación de los Sussex, los cálculos de cuánto podrían llevarse ellos en su provecho no les ha dejado un saldo tan generoso como pensaban inicialmente.
Sobre los títulos nobiliarios
El sábado 18, la reina sorprendió con un comunicado que despejaba muchas de las dudas sobre la crisis desatada por este tema. Los duques de Sussex no conservarán ninguno de sus roles oficiales. El plazo fijado es la próxima primavera para que ellos dejen de pertenecer por completo a la Familia Real. Aunque el título de duques si lo conservarán, Harry seguirá siendo príncipe y será el sexto miembro en la línea de sucesión, aunque su status real solo podrá ser restaurado por un monarca.
Además, ambos dejarán de recibir la asignación económica que tenían a cambio de representar a la reina en actos oficiales como miembros de la Corona. Tal como lo hizo saber Elizabeth II, Harry y Meghan ya no serán “Altezas Reales”.
Harry también perdería sus patrocinios militares y ya no ejercerá como Embajador de la Juventud de la Commonwealth representando a la reina. Él se retirará como Capitán General de los Marines Reales, Comandante Aéreo Honorario de la RAF Honington y Comandante en Jefe de Barcos Pequeños y Buceo.
El ducado de Cornualles
En un inicio, el príncipe Charles no tomó con agrado los aires de independencia de su hijo y su nuera. Sobre todo, luego de todos los esfuerzos y gollerías económicas que había realizado para que la pareja tuviera una estancia confortable. Parte de su enojo se tradujo en la amenaza de cortarles la generosa asignación económica proveniente del ducado de Cornualles. Mucho se especuló sobre el tema, dejando una esperanza de que ambos la pudieran conservar. Sin embargo, los comunicados provenientes desde el Palacio de Buckingham fueron muy claros en señalar que ese financiamiento de mantendría “por un año”, plazo tras el cual el acuerdo será revisado por la Casa Real. Lo más probable es que de terminar dicho beneficio, el príncipe Charles los apoye pero con sus ingresos personales.
La seguridad personal de Harry y Meghan
Los Sussex se declararon como “personas protegidas internacionalmente”, reclamando el derecho de ser protegidos por la policía británica una vez que se establezcan en Canadá. Este punto, a decir de muchos expertos, no es sostenible. Aunque el primer ministro canadiense, Justin Trudeau había manifestado que su gobierno podría asumir la mitad de ese gasto, ascendente a US$ 1 millón 300 mil, esto no ha sido visto con buenos ojos por los contribuyentes canadienses.
La residencia de Frogmore Cottage
Otro punto en el que Harry y Meghan también se han visto perjudicados tiene que ver con la residencia oficial que les fue asignada por la reina. Ya ellos habían manifestado a través de su web, que a pesar de que residirían en Canadá la mayor parte del año, deseaban mantener su hogar en el Reino Unido. Para cumplir ese deseo, los Sussex no han tenido más remedio que acceder a devolver los más de US$ 2 millones 500 mil que costó a los contribuyentes el reformarla.
La marca “Sussex Royal”
Los duques tienen también muchas esperanzas en promocionar sus actividades bajo la marca “Sussex Royal”, a fin de poder obtener fondos de manera privada y gozar de holgura económica. Ya desde junio, los representantes de ambos presentaron una solicitud de marca y derechos de autor ante la oficina de la propiedad intelectual del Reino Unido.
En la solicitud, se especifican seis categorías de bienes y servicios que incluyen artículos de tocador y deportivos, juguetes y hasta bebidas alcohólicas. Por supuesto, para cristalizar esto, también necesitan de la buena pro de la reina. Este sería un paso importante en la búsqueda de la ansiada independencia económica de los renunciantes a la nobleza.