Acaba de cumplir 20 años, es el sétimo en la línea de sucesión al trono danés y uno de los solteros más codiciados de la nobleza europea. Pero la verdadera pasión del apuesto Nikolai de Dinamarca es el modelaje, y prestigiosas firmas como Dior y Burberry le dan la razón.
Por Angie Yoshida
Hablar de realeza y estilo nos remite inmediatamente a Kate Middleton o Charlotte Casiraghi. No obstante, en Dinamarca, un joven de sangre azul pisa fuerte en la industria de la moda y, recientemente, ha sido elegido imagen nada menos que de Dior Homme. Se trata del príncipe Nikolai William Alexander Frederik, el nieto mayor de la reina Margrethe II y primogénito del príncipe Joachim y su primera esposa, Alexandra Christina Manley, condesa de Frederiksborg.
El atractivo royal de rizos castaños y ojos verdes se ha convertido en el favorito de las principales casas de moda, y más de uno ha llegado a destacar su gran parecido con el actor francoestadounidense Timothée Chalamet. En 2017, y con solo 18 años, Nikolai hizo su debut en la industria de la moda de la mano de Dolce & Gabbana. Poco después fue fichado por Scoop Models, la agencia que lo catapultó a la fama tras compartir unas fotos suyas en Instagram.
Pero no fue hasta febrero de 2018, durante la London Fashion Week, que Nikolai dio el gran salto a las pasarelas. Entonces caminó junto a Cara Delevingne en el desfile de Burberry de Christopher Bailey. En junio de ese mismo año, además, abrió su primer show de moda masculina, en el estreno de Kim Jones como director creativo de Dior Homme. El diseñador quedó fascinado con él, y enseguida firmaron un contrato exclusivo con la maison. Nada mal.
Nuevos rumbos
A pesar de su éxito, el príncipe danés no pretende dedicarse al modelaje para siempre. En una entrevista concedida a la revista “Tæt på”, en julio del año pasado, Nikolai aseguró: “No quiero hacer de esto mi profesión. Prefiero verlo como un trabajo con el que puedo ayudarme mientras estudio”.
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Tal ha sido su determinación que en 2018 inició su entrenamiento militar en la escuela Hæerens Sergentskole en Varde, Dinamarca. Sin embargo, apenas dos meses después, el joven abandonó la vida castrense y reingresó al modelaje. Su retorno lo llevó a la portada de “Vogue” y otras conocidas publicaciones del rubro. Actualmente, el sobrino del príncipe heredero Frederick sigue los pasos de su madre, en una de las escuelas de negocios más prestigiadas de Europa, la Copenhagen Business School. De acuerdo con los medios locales, Nikolai busca obtener su título en Economía General de Negocios. Debido a esta nueva incursión, en febrero del año pasado, el príncipe tentó suerte como aprendiz en la compañía inmobiliaria del multimillonario Mikael Goldschmidt.
La familia real danesa en el balcón del Palacio de Amalienborg durante las celebraciones por el cumpleaños 78 de la reina Margrethe II, el 16 de abril de 2018.
Apoyo familiar
Por otro lado, ha trascendido que, en su búsqueda de independencia, el joven ha abandonado el departamento que le facilitó su abuela, en Amalienborg, Copenhague, para mudarse a su propio piso de setenta metros cuadrados, ubicado cerca de Nørreport, una zona donde predominan los bares y restaurantes, las tiendas gourmet y de diseño, y que está próxima a los locales nocturnos de moda de la ciudad y a su centro de estudios. El royal compartirá su nueva vivienda —valorizada en más de 670 mil dórales— con su novia, Benedikte Thoustrup, hija de Anders Thoustrup, expresidente del consejo de administración de Sydbank, uno de los bancos más importantes del país escandinavo.
Sea cual sea el camino que elija, el príncipe siempre recibirá el apoyo de la familia real danesa. Su padre nunca lo ha obligado a seguir una carrera en particular; por el contrario, deja que Nikolai sea quien trace su propio destino.
El príncipe Joachim de Dinamarca con su primogénito, el príncipe Nikolai.
El príncipe de Dinamarca no es el único miembro de la nobleza que ha incursionado en las pasarelas. En el Reino Unido, Lady Amelia Windsor y Lady Kitty Spencer se desmarcaron de las tradiciones reales y se han hecho de un lugar propio en el mundo del modelaje, con lo cual han demostrado que los tiempos han cambiado y que, para la realeza, hay otras formas de ser role models.
