En lo que puede ser un golpe devastador para el Commonwealth, Barbados ha anunciado su intención de destituir a la reina Isabel como jefa de estado y convertirse en república. Esto, tras una tendencia política de «rehuir al colonialismo», que en parte, responde al movimiento Black Lives Matter.
Por Isabel Miró Quesada
«Ha llegado el momento de dejar completamente atrás nuestro pasado colonial», ha decretado el gobierno de Barbados, una de las islas caribeñas más pobladas y prósperas. Su objetivo es completar el proceso de desligarse del Commonwealth a tiempo para el 55 aniversario de la independencia de Gran Bretaña, en noviembre de 2021.
Esta mañana en un discurso escrito por la primera ministra Mia Mottley, se anunció que los barbadenses quieren un jefe de estado de Barbados. «Esta es la máxima declaración de confianza en quiénes somos y en lo que somos capaces de lograr», anunció Mottley, quien fue elegida primera ministra en 2018, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo.
La respuesta de Buckingham
Una vocero oficial del Palacio de Buckingham también adelantó que la Corona Británica está al tanto de las intenciones de Barbados desde hace un tiempo. «La idea no surgió de la nada», explicó. «Ha sido discutida y hablada públicamente muchas veces».
La declaración fue parte del Discurso del Trono, que describe las políticas y programas del gobierno antes de la nueva sesión del parlamento. Si bien es leído por el gobernador general, está escrito por el primer ministro del país.
Otras voces que abogan por una mayor independencia de Barbados
El discurso también citó una advertencia de Errol Barrow, considerado un «padre de la patria» pues fue el primero en asumir el cargo de primer ministro de Barbados después de su independencia. «El país no debe holgazanear en las instalaciones coloniales», advirtió Barrow hace más de 50 años atrás.
Durante el colonialismo Barbados dependió casi en su totalidad de las exportaciones de azúcar. Luego de su independencia en 1966, su economía se ha diversificado hacia el turismo y las finanzas.
La suya no es la única voz en Barbados que ha estado sugiriendo un alejamiento de la monarquía. Una comisión de revisión constitucional recomendó el estatus republicano para Barbados en 1998.
Y el predecesor oficial de Mottley, Freundel Stuart, también abogó por un «paso de un sistema monárquico a una forma republicana de gobierno en un futuro muy cercano».
Barbados no sería la primera ex colonia británica en el Caribe en convertirse en república. Guyana dio ese paso en 1970, menos de cuatro años después de haberse independizado de Gran Bretaña. Trinidad y Tobago siguió su ejemplo en 1976 y Dominica en 1978. Los tres permanecieron dentro de la Commonwealth, una asociación flexible de antiguas colonias británicas y dependencias actuales, junto con algunos países que no tienen vínculos históricos con Gran Bretaña.
Países donde la Reina Isabel sigue siendo Jefa de Estado
Análisis: La opinión de James Landale, de la BBC
En realidad, es bastante inusual que un país destituya a la Reina como su jefa de estado. El último en hacerlo fue Mauricio en 1992. Otros países del Caribe como Dominica, Guyana y Trinidad y Tobago se convirtieron en repúblicas en la década de 1970.
Muchos de los 15 países que actualmente forman parte del reino parecen valorar la relación que la monarca y el Reino Unido aportan. Por supuesto, algunos han hablado durante años de soltar el ancla real y establecer sus propios jefes de estado. Pero otros objetivos políticos a menudo se interponen en el camino.
Ciertamente, esta no es la primera vez que los políticos de Barbados han declarado su intención de convertirse en república. La pregunta es si esta decisión será adoptada por otros países. Jamaica ha sugerido en el pasado que esta es una ruta que podría evaluar seguir.
Lo más significativo es que el primer ministro de Barbados calificó la decisión de «dejar atrás nuestro pasado colonial». En el contexto del movimiento Black Lives Matter, será interesante ver si esto genera una presión política más amplia sobre otros gobiernos caribeños para que sigan el mismo camino.
Y si esto sucede, y la destitución de la reina como jefa de estado se equipara, por ejemplo, con la eliminación de una estatua de un traficante de esclavos, eso podría plantear preguntas difíciles tanto para la familia real británica como para la Commonwealth.