El confinamiento por la pandemia del COVID-19 ha disparado los divorcios en todo el mundo, y el Perú no ha sido ajeno a dicha situación. En esta línea, conversamos con la abogada María Murillo sobre cómo afrontar un divorcio sin morir en el intento.

Por Arianna Gonzáles 

La pandemia ha hecho que las relaciones de pareja atraviesen una gran inestabilidad. Hoy en día los matrimonios y las convivencias no duran mucho tiempo.

Viviana y César se casaron hace poco menos de dos años. Se mudaron juntos y parecían ser la pareja perfecta aunque, para ser honestos, convivían poco. César pasaba la mayor parte del día en su oficina del piso más alto, de la torre más alta del centro empresarial en San Isidro, mientras Viviana permanecía la mayor parte del tiempo en su estudio-atelier, en Miraflores.

Por las noches, ambos regresaban tan cansados de sus trabajos, que caían rendidos y solo algunas veces podían disfrutar de ver una película juntos o conversar sobre cómo se sentían.

Sin embargo, ellos decían disfrutar de su compañía. Una mentira que solo se descubrió con la llegada del confinamiento y que los tiene hoy en medio de un agitado proceso de divorcio.

Subida en las tendencias de divorcio

El Instituto Guestalt de Lima (IGL) alertó que las situaciones de encierro y la convivencia 24/7 generó un aumento del 40% en los problemas familiares.

La pandemia del COVID-19 no solo ha afectado la salud y la estabilidad económica, sino también los matrimonios y las relaciones de pareja.

Alrededor del mundo, la convivencia 24/7 que trajo consigo el confinamiento y el teletrabajo ha generado un aumento en los divorcios, y nuestro país parece no ser ajeno a esta situación.

Según el Instituto Guestalt de Lima, el aumento de divorcios responde a una nueva secuela de la pandemia que comenzó en países como China y España, pero que ahora es una realidad global.

Con un panorama así, es necesario conocer las mejores opciones frente a un proceso de separación. Por ello, hablamos con la abogada María Murillo, quien nos brindó formación crucial para enfrentar un proceso de divorcio de manera sencilla.

La importancia de la conciliación

La pandemia y la carencia de los servicios del sistema judicial en la primera parte del confinamiento, abrió la posibilidad de mirar a otros horizontes en los que resolver conflictos matrimoniales. Uno de ellos es la conciliación.

“La gente ha descubierto que puede solucionar sus problemas por la vía de la conciliación que es la más rápida y evita largos procesos en el Poder Judicial”, indica la abogada Murillo.

Conciliación de parejas

La conciliación ofrece una separación más llevadera y sencilla y garantiza un proceso que beneficie a los hijos de la pareja.

El proceso de conciliación permite poder separarse sin grandes costos económicos y evitando la exposición de la pareja, de sus hijos y el sufrimiento emocional que trae consigo la desgastante vía judicial.

«Los divorcios son complicados, largos, dolorosos. Se podría llegar a los mismos resultados yendo por la vía de la conversación, de la conciliación. Esto es recomendable, sobretodo si hay menores de edad fruto del matrimonio», sugiere.

Sin embargo, la abogada admite también que varios de los casos de divorcio actuales también se dan por los altos índices de violencia contra la mujer que existen en nuestro país. En ese caso, la conciliación deja de ser una opción, y surge la necesidad de recurrir a la vía judicial.

«Cuando hay mucho abuso por una de las partes, sí optamos por el divorcio y usamos todas las armas a nuestra disposición por el derecho para lograr un poco de justicia»

A tener en cuenta antes de casarse

Sin embargo, como todo radica en la prevención, consultamos con María las acciones que se pueden tomar en materia de protección de bienes, antes de dar el “si, acepto”.

Para la abogada, es fundamental hacer una separación de patrimonio antes de enrumbar al altar. De esta manera, las cosas quedarían claras y llegado el momento los puntos a discutir serían menores.

Sin embargo, también aclara la importancia de discutir temas que involucrarían a los hijos, incluso antes de que estos existan.

Acuerdo prenupcial

Un «prenup» es un documento firmado antes del matrimonio donde se establecen acuerdos en caso surja un divorcio.

«Fuera de la separación de patrimonio, aconsejaría firmar un «prenup», que anteceda al matrimonio, donde se establezca cómo sería el régimen de visitas o quién tendría la tenencia de los hijos», sugiere.

Esto, para evitar los escenarios donde, por meses, la madre o el padre quedan imposibilitados de ver a sus hijos mientras se concilia o se lleva a cabo el divorcio por la vía judicial.

«Es importante prever y aclarar todo con anticipación, porque cuando estos problemas surgen, dentro de la disputa se pueden pasar meses, años discutiendo y eso se presta para la existencia de abusos de ambas partes», concluye.

Cuidado con la convivencia

Convivencia y divorcio

El matrimonio es una mejor opción frente a la convivencia pues el primero da opciones de separación de bienes.

Otro punto importante a resaltar, según la abogada Murillo es la importancia del matrimonio en lugar de la convivencia. Ante el aumento en el índice de parejas jóvenes que prefieren convivir antes de casarse, María indica que de hacerlo y querer separarse años después, los problemas solo aumentarían.

«Cuando no se casan, es peor, la separación de bienes es imposible porque la ley del concubinato ampara todo en una sociedad de gananciales», comenta.

¿El consejo? Casarse y separar bienes. El matrimonio te da esa opción, el concubinato no.

Velar por los hijos en medio de un divorcio

Divorcio y niños

Se tiende a creer que cuando los hijos reaccionan mejor al proceso de ruptura cuando son mayores. Sin embargo, según estudios son los niños los que afrontan estas situaciones mejor que los adultos.

Si el divorcio es complicado para la pareja, para sus hijos lo es más. Estar al medio de un proceso complicado, que muchas veces no entienden y que se niegan a aceptar, puede desencadenar en ellos varios problemas de salud mental.

Por ello, es clave priorizarlos y no librar en casa una batalla donde ellos sean los más perjudicados.

Elegir la conciliación frente al divorcio, puede lograr sentar los puntos para brindar a los niños la estabilidad que merecen. A través de un claro régimen de visitas, de establecer permisos para viajes y una justa pensión por derecho de alimentos.

Esto último, teniendo plena consciencia que será un tema equitativo para ambos progenitores, teniendo en consideracion el nivel socioeconomico de la familia, sus ingresos  y las necesidades de los menores.

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