Inventing Anna tuvo un gran recibimiento tras su estreno en Netflix. A continuación, te contamos más sobre la historia de la vida real.
Por Redacción COSAS
La serie de Netflix Inventing Anna es una de las tantas que se basan en historias de la vida real. De hecho, este tipo de producciones suelen tener muy buenas posiciones entre las más vistas de la plataforma de streaming.
La trama gira en torno a cómo Anna, protagonizada por Julia Garner, consigue una vida de lujos, basándose en una falsa identidad y estafando a toda la alta sociedad de Estados Unidos.
El caso de Anna Delvey
La periodista Jessica Pressler se encargó de investigar el caso de Anna y viralizarlo. Tiene mucho parecido con El Estafador de Tinder, ya que Anna inició su vida de lujo, gracias al dinero de otras personas y a través de estafas.
El apellido que usó Anna, ya que el verdadero es Sorokin, era el sustento para las aceptaciones de los préstamos que iba adquiriendo; ya que en Estados Unidos, este aseguraba que tenía una herencia de más de 60 millones de dólares.
Anna Sorokin en la vida real.
Con esto a su favor, pidió un primer préstamo de 22 millones de dólares en 2016 para crear su propio club de bellas artes, ya que este era uno de sus principales objetivos. Para la solicitud de ese préstamo, mostró estados de cuentas bancarias falsos y futuras ganancias de la herencia que supuestamente recibiría. Pese a que no se le concedió, el Fortress Investment Group le entregó como adelanto 100 mil dólares. Anna utilizó esto para comprar ropa de diseñadores y asistir a hoteles de lujo.
Paralelamente, ella usaba cheques falsos y sin fondos, hasta que empezó a ser vetada por empresas y hoteles. Según las investigaciones, tenía deudas bastante altas. Por ejemplo, en un hotel en Soho, debía 30 mil dólares; por el uso de un avión privado, 35 mil dólares; y en el hotel The Beekman, 11 mil dólares.
Editora de Vanity Fair
Uno de los casos de fraude más sonados, es el de Rachel Williams, editora de fotografía de Vanity Fair, quien fue amiga de Anna Delvey. Según lo que cuenta, ambas viajaron a Marruecos y Rachel tuvo que pagar la suma completa del gasto de todo el viaje, valorizada en 62 mil dólares, ya que la tarjeta de crédito de Anna fue rechazada constantemente. Esta historia fue incluida en el libro My friend Anna, escrito por la editora, y también estará en la plataforma de HBO.
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