Hemos probado, viajado, comido, catado, bebido en estas últimas semanas un poco de todo. Recorriendo ese infinito gastronómico que viaja hasta las alturas y desciende hasta la orilla del mar. Pero además, celebrando la temprana aparición de una algarabía navideña necesaria que se llena de compartires casi diarios, desde los desayunos de los primeros días del mes hasta la fecha clave. Con lo que tengamos, lo importante es el otro, y cuando podamos, abrir una botella de un vino sabroso, partir un panetón con emoción de niños y comprar ese regalo lúdico que nos alegra la despensa. Acá lo primero que vamos incorporando a casa (o a alguna salida).

Por Paola Miglio 

Los panetones. Los primeros que comienzan a llegar y,entre ellos, los artesanales, esos hechos con paciencia, esos que la tentación hace que no duren. El de Alanya llega mejorado, hemos probado el de chocolate: costra craquelada, dulzor medido y justo, ligero, delicadamente húmedo y de hebra que corre fácil y rápida. Es más parecido a los de corte italiano y un recomendado fijo para los lonches dicembrinos. Además, ha lanzado una juguetona y colorida línea de chocolates y el clásico panetón también para los que prefieren ajustarse a lo tradicional.

Desde Tanta con cariño, la nueva propuesta se llama Tanttino, y es como le dicen “una suerte de primo del panetón”. De frutas y manjar y chocolate con mazapán.

Uno de nuestros favoritos cambia de rumbo este año por una versión más atrevida que nos invita al descubrir texturas y sabores también más apegados al lugar de origen del panetón. Así, el de Tanta se convierte en Tanttino: de frutas y manjar (pasas, sauco, naranja confitada, gomitas de mashua, mazapán de almendras) y de chocolate con naranja confitada, damascos, mazapán de almendras y ganduia. Generosos y en formato distinto, pero igual de querendones y artesanales. Tanto que recomiendan comerlos en pocos días porque es así como debe ser, para gozar de su frescura y naturalidad. La idea es disfrutarlo todo el mes así que están disponibles desde el primero en todos los Tantas de Lima.

Para reuniones entre amigos y familias, dos lugares que integran propuestas novedosas: en Lima, Sapiens con Sergio Da Silva a la cabeza, tiene una línea de charcutería que se renueva constantemente y ahora su chorizo de paiche ha logrado alcanzar un nivel potente y equilibrio interesante. Acompañen con las clásicas beterragas en distintas texturas, o con solo vino. Y en Cusco, para una escapada espontánea de Navidad o fin de año, el Explora del Valle Sagrado plantea una carta fresca y sabrosa con insumos locales asesorada por el chef Virgilio Martínez, además las habitaciones son cómodas y amplias y la vista entre maizales y quinuas floridas, de impacto. Ah, tienen buenos negronis en el bar.

La charcutería artesanal de Sapiens alcanza cada vez más sabores nítidos y equilibrio justo. Su chorizo de paiche está delicioso.

Sin salir de Cusco, pero con link en Lima, un dato: la Bodega Zuccardi (Mendoza, Argentina) y el Mil Centro (Moray) se han unido para lanzar un vino exclusivo que también van a encontrar por copa, botella y hasta para llevar a casa en Central. Ojo con este Malbec que recoge los motivos de cada terroir y refleja el trabajo consistente de ambas casas uniendo cordillera. “El Mil Zuccardi Malbec de Montañaobedece así a la idea de mostrar la unión de nuestro entorno, es la parcela más próxima al inicio de la cordillera que tiene Zuccardi solo a 200 metros de distancia, en San Pablo a 1400 msnm en Valle de Uco, de las zonas más frías. 100% Malbec de frío, tiene reposo enpiletas hechas con el mismo suelo del viñedo (arena, agua y piedra). Buscando tener toda la conexión y sentido de la montaña en la bebida”, explica el sommelier y director de bebidas de Central, Diego Vásquez.

Desde las alturas de Mendoza un vino que une proyectos consistentes y cordilleras: Mil de Mil Centro y Zuccardi.

La carta del Explora también recoge propuestas sabrosas y vegetarianas.

El tiramisú de Lima, el de Olivia Cucina Italiana y parte de la carta de Navidad que acaba de lanzar para pedidos anticipados.

Por último, tres datos para engreírse en casa: la Java Navideña que llega desde Villa Gabita en Quilmaná. Una cosecha fresca de frutos rojos, hojas y vegetales, pisco, aceite de oliva, pecanas, yogur de zarzamoras y flores de casa. Armada con amor en esta chacra que además tiene casa de hospedaje para un retiro y mejor entendimiento con la naturaleza y la buena mesa. La propuesta navideña de Olivia Cucina Italiana que ya lanzó carta para pedidos anticipados y además de sus ya consagrados tiramisú y torta de chocolate, ha incluido queque de zanahoria navideño y salados como panceta crocante y puré de papas con queso parmesano. Y para regalar, los ganchos o cierres de lego de Monono.pe para empaques abiertos y conservar todo fresco en casa: desde café hasta semillas. Un golazo. Seguiremos informando.

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