Por Alejandro Saldaña
Los comensales ya pueden visitar el restaurante Tragaluz, que se ha renovado celebrando y reafirmando su doble pasión por el arte y la gastronomía. Tras una breve pausa para rediseñar sus espacios y renovar su oferta culinaria, el restaurante que inauguró su primer local en Asia en 2007 y llegó a Lima hace más de una década, presenta un nuevo mural de gran formato firmado por Mateo Liébana y una carta rediseñada en más del 50 % de sus platos por el chef Ricardo Ehni.
“El arte en Tragaluz nunca está listo, siempre es evolución”, afirma Augusto Baertl, propietario y director creativo, quien recuerda que “de vez en cuando lo borramos todo y lo ponemos en blanco y vuelve a empezar”. En este último ciclo, la intervención de Liébana cubre toda una pared de tripa altura en el salón principal, mientras que la colección de cuadros —que puede adquirirse directamente en el restaurante— estrena técnicas y paletas que revitalizan cada ambiente. “Si un comensal se enamora de un cuadro, lo compra, y Mateo lo retira y pone otro; ese movimiento constante es parte de nuestro concepto”, agrega.

Mateo Liébana frente a su nuevo mural en el restaurante Tragaluz.
Al mismo tiempo, la propuesta culinaria cobra un nuevo protagonismo bajo la batuta de Ricardo Ehni. “Hemos renovado más del 50 % de la carta con unas nuevas propuestas”, indica Baertl, que invita a los comensales para descubrir esos cambios. Sin embargo, adelanta que la oferta se despliega entre entradas que rinden homenaje a insumos andinos y selváticos, y platos de fondo en los que se aprecian influencias europeas adaptadas a ingredientes peruanos.
La renovación llega en un momento clave para Lima, ciudad que acumula reconocimientos internacionales como capital gastronómica. “Ese boom nos beneficia a todos los que estamos en la industria, no solo en la cocina, sino también en la hotelería”, explica Baertl. Aquí, cabe resaltar el reciente logro del chef Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura, cuyo restaurante Maido ganó el premio como el mejor del mundo en el prestigioso ranking The World’s 50 Best Restaurants 2025.

Tragaluz está ubicado en Belmond Miraflores Park.
Baertl también explica que, para él, si bien los premios son razón de celebración, no es una motivación principal para hacer lo que viene haciendo desde hace años: “Un reconocimiento es un logro, pero nuestro fin es superarnos día a día. Lo importante no es recibir un premio, sino encontrar formas de mejorar la experiencia de nuestros clientes con cada visita”.
«Estamos atendiendo, los clientes ya nos visitan y ya pueden ver ese cambio», concluye Baertl sobre la reciente renovación. Así que, quien cruce hoy las puertas del Belmond Miraflores Park podrá descubrir un mural recién desplegado, cuadros que aguardan ser comprados y un menú que sorprende con la fusión de sabores peruanos e influencias foráneas.

Tiradito Blanco: pesca del día, castaña y codium.

Pulporco: pulpo y panceta ligeramente embadurnados de anticuchera, mayonesa de miso y chimichurri.

Mateo Liébana colabora con Tragaluz desde hace 16 años.

Mateo Liébana renovando los interiores de Tragaluz con su arte.
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