En conversación con COSAS, el chocolatero cuenta los detalles detrás del triunfo mundial de su barra El Ganso 70 % en los International Chocolate Awards 2025, hecha con cacao de Junín

Por: María Jesús Sarca Antonio

Perú vuelve a brillar en el escenario internacional del chocolate fino. La empresa Cacaosuyo, fundada por Samir Giha, obtuvo el máximo galardón de los International Chocolate Awards 2025 con su barra El Ganso 70 %, elaborada con cacao de Junín.

Samir Giha - Cacaosuyo

Samir Giha, fundador de Cacaosuyo, una de las marcas que acumula más de 30 premios en la categoría de chocolate premium.

Samir señaló en entrevista con COSAS que este triunfo es fruto de más de una década de esfuerzo. Desde sus inicios, Cacaosuyo se propuso revelar los tesoros ocultos del cacao peruano y crear productos de máxima calidad. “Decidimos hacer lo que sería el mejor chocolate del Perú. Esa era nuestra visión en 2012”, recordó. La empresa introdujo al mercado nacional barras con precios superiores a los estándares locales, anticipando la apreciación de un consumidor más exigente: “Fuimos el primer chocolate en el Perú en sacar productos que cuesten S/ 20, cosa que era casi impensado”.

El esfuerzo y enfoque especializado permitió que Cacaosuyo acumule reconocimientos internacionales: medallas de oro con cacaos de Amazonas (Lakuna, 2019), Cusco (Cuzco 80, 2020/2021), Piura (Piura Select, 2022) y ahora Junín (El Ganso, 2025). “En el mundo no existe una marca que ha podido hacer esto. Definitivamente sabemos que somos la marca más premiada en el mundo”, enfatizó.

Cacaosuyo El Ganso

El nombre El Ganso es un término coloquial que identifica el cacao del Valle del Río Apurímac, Ene y Mantaro, de donde proviene la barra ganadora del International Chocolate Awards 2025.

Junín: sabor y biodiversidad

El cacao de Junín, conocido también como VRAEM 99, se cultiva en condiciones únicas que aportan complejidad sensorial. La barra El Ganso destaca por sus notas florales y miel de abeja. “Lo que sí encuentras en este cacao es unas notas florales a miel de abeja. El que entiende ya chocolate va a encontrar la complejidad en ese chocolate”, explicó el fundador.

Samir subrayó la relación directa con los agricultores locales: “Trabajamos directamente con un agricultor, Luis Samaniego, para que se procese el cacao de la forma que nosotros trabajamos y lograr un cacao seco de calidad”. Esta cooperación asegura un producto consistente y de alto nivel que representa lo mejor del cacao peruano en la final mundial del concurso.

El reconocimiento de Cacaosuyo también tiene impacto económico y social. Samir destacó la transformación en los precios del cacao, que beneficia a las comunidades productoras: “Hace dos años, el cultivo del cacao no era negocio y los agricultores recibían un pago injusto. Lo que se pagaba $2,80 terminó en $12 el kilo. Ahora los agricultores reciben precios justos, que realmente les permiten crecer y soñar con una estabilidad económica para sus familias”.

Cacaosuyo El Ganso

El cultivo del cacao de Cacaosuyo cumple con los estándares internacionales: “Existe una sostenibilidad, ya que las exigencias de Europa y de todos los países que exigen que el cacao venga de tierras no deforestadas”.

Perú, cuna del cacao ancestral

El cacao peruano se distingue por su variedad genética, lo que se traduce en perfiles aromáticos diferentes según la región. Samir aclaró que no existe un único “ADN” del chocolate peruano: “No hay un aspecto en común entre todos. El chocolate peruano podría tener sabores y aromas más afrutados, en comparación de Venezuela, que suelen ser más anuesados”.

Cada origen aporta notas propias: “Un cacao de Piura tiende a tener notas afrutadas, notas a panela, a cítricos, que son diferentes al chocolate El Ganso, que tiene miel de abeja, notas a jazmín y frutas oscuras que puede tener un Ganso”. Esta diversidad permite ofrecer chocolates finos que destacan en cualquier escenario internacional.

Más allá del reconocimiento contemporáneo, la historia del cacao peruano se remonta a miles de años. Samir recordó los hallazgos del arqueólogo Quirino Olivera, quien descubrió el cacao más antiguo del mundo en la zona de Montegrande, Jaén, con más de 9,600 años de antigüedad. “El centro genético mundial de cualquier producto es determinado por la cantidad de tipos que existen y el Perú tiene hoy en día 16 de los 25 tipos genéticos descubiertos a nivel mundial”, puntualizó.

 

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Esta diversidad genética confirma al Perú como el epicentro biológico del cacao, del mismo modo que lo es de la papa. “La mayor cantidad de genética de cacao fue descubierta dentro del Perú como producto nativo, entonces eso indica científicamente que este es el centro genético mundial del cacao, así como es la papa”, concluyó.

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