Con la llegada del verano, los planes que incluyen escapadas a la playa o a la piscina se hacen más frecuentes. Por ello, en cosas hemos preparado una selección de los mejores tips para el skincare veraniego. Desde los consejos de la facialista de Meghan Markle hasta las recomendaciones de una dermatóloga experta peruana, ideales para disfrutar de esta época, sin dejar de lado el cuidado de nuestra piel.
Por Arianna Gonzáles
El verano es la época de mayores retos para la piel. La exposición a altos índices de radiación y la resequedad que esta trae consigo han hecho de esta estación la oportunidad perfecta para enfocarnos en el cuidado dermatológico.
Según Ericka Romero, dermatóloga de la clínica Anglo Americana, la radiación solar actual es mucho más fuerte que hace treinta años, por ello, más que nunca, hay que intensificar los cuidados, que empiezan con adaptar la fotoprotección como rutina.
Aliados veraniegos
Los fotoprotectores e hidratantes cuentan con una variada gama de opciones según los requerimientos de cada tipo de piel.
Para la dermatóloga, el bloqueador o fotoprotector juega un papel clave en el cuidado personal de verano, aunque hay que tener en cuenta que no es suficiente durante las horas de mayor radiación (entre las 10:00 a.m y 4 p.m).
“Si debemos exponernos durante este tiempo, es importante protegerse el doble y más allá del bloqueador. Hay que estar bajo una sombrilla, usar un sombrero de ala ancha, lentes y ropa con fotoprotección. Ayuda mucho vestirse con polos manga larga o de colores oscuros, pues eso hace que la radiación rebote en lugar de que se acumule en la piel”, indica la especialista.
Los tips de Meghan Markle
Sin embargo, el fotoprotector no es el único aliado de la piel en verano. Según la facialista Sarah Chapman, responsable del cuidado dermatológico de Meghan Markle, los hidratantes, como el ácido hialurónico, son importantes en el cuidado de la piel, gracias a sus propiedades que reducen la apariencia de arrugas y dotan de luminosidad al rostro.
“Las ceramidas también son vitales para mantener protegida la piel: estos ácidos grasos ayudan a retener niveles saludables de hidratación y estimulan la producción de más lípidos”, señala la profesional del cuidado personal.
Al hablar de hidratación, Chapman no deja de lado el cuidado de los labios, para el que recomienda aumentar la ingesta de omega y vitaminas, lo que ayudará a mejorar la capacidad de las células para retener la humedad y evitar la resequedad labial.
Asimismo, otro factor que resalta es el uso de antioxidantes como protección contra agresores externos como la contaminación y la humedad.
“La vitamina A tiene propiedades antioxidantes y es uno de los únicos ingredientes reconocidos por la FDA, por sus efectos antienvejecimiento. Las vitaminas C y E también son extremadamente beneficiosas para la piel: la primera combate la hiperpigmentación, mientras que la segunda es un antiinflamatorio natural”, concluye.
Prevención de manchas y lunares
Además de la hidratación y la foto protección, el uso de antioxidantes es clave en el skincare veraniego.
Uno de los más grandes retos a tomar en cuenta durante el verano es la aparición de manchas, conocidas como lentigos solares. Estas solían aparecer alrededor de los setenta años y ahora lo hacen a inicios de los cuarenta, y, para personas que realizan actividades al aire libre durante la mayor parte de su tiempo, su aparición comienza poco después de cumplir los treinta, debido al incremento en los niveles de radiación con el paso de los años.
Para hacer frente a ellas, la doctora Romero recomienda, más allá de tratamientos con láser, centrarse en la prevención y en aprender a cuidar la piel desde muy temprana edad, debido a que dichas manchas aparecen por el daño del sol acumulado en nuestra piel a lo largo de los años.
En el caso de los lunares, estos deben recibir una especial atención, que incluya una visita al dermatólogo una vez al año para su revisión.
Sin embargo, los autoexámenes teniendo en cuenta el ABCDE de los lunares también son importantes. En este chequeo, se pone especial atención a la simetría del lunar, sus bordes, que deben ser regulares, su color y diámetro, que debe ser uniforme y menor a seis milímetros respectivamente, y su evolución en el tiempo. Todo esto a fin de reconocer anormalidades y consultarlas con un médico.
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