Tras 15 años como director de más de 40 obras de teatro, Juan Carlos Fisher debió pausar su trabajo debido a la pandemia. Año y medio después, vuelve a los escenarios desde España, dirigiendo Grease, la reinvención de un clásico de los setenta.
Por Arianna Gonzáles
Para Juan Carlos Fisher, como para todos los artistas teatrales, la pandemia cambió por completo la forma de compartir sus producciones.
Incluso, con un proceso de vacunación en marcha, los teatros sólo pueden congregar al 50% de su aforo, lo que complica el camino a las grandes producciones.
Por ello, cuando Juan Carlos recibió la oportunidad de viajar hasta España e involucrarse, después de tanto tiempo, en la producción de una obra en vivo no lo dudó.
El director de teatro comenzó el 2020 con cuatro proyectos de obras de teatro en Lima a las que se le sumaban dos eventos grandes. Todos cancelados por la pandemia.
Sin embargo, el puesto de director asociado de Grease, una nueva producción teatral del clásico de los setenta, le permitió a Juan Carlos volver a encontrarse con los espectadores en vivo.
Apuesta por el pasado
Grease es un proyecto de SOM, la empresa productora de teatro más grande de España. La obra fue adaptada y dirigida por David Serrano, el guionista y dramaturgo que llevó Pantaleon y las visitadoras al teatro y, a su vez, el contacto de Fisher con la producción.
“David Serrano está trabajando en la dirección de una película basada en las canciones de los Hombres G, por ello necesitaba que alguien se quedara a cargo del proyecto por varias semanas. (…) Ante una oportunidad como esta, no la iba a desaprovechar”, comenta Juan Carlos.
Serrano y Fisher ya habían trabajado anteriormente, en la producción de Pantaleon y las visitadoras en Perú. Ahora el plato se repite, con la producción de un musical, en España, que promete ser igual que exitoso que la adaptación de la obra de Vargas Llosa.
Grease se estrenó el pasado 2 de octubre en el Nuevo Teatro de Alcalá, en Madrid, y cuenta con entre 7 y 9 funciones por semana.
“Hay muchos elencos que actúan en diferentes funciones. Desde el lado de la dirección tenemos que preparar no solamente al elenco oficial, sino al segundo y tercer elenco para que estén listos ante cualquier eventualidad”, subraya Fisher para representar la magnitud de la producción.
El éxito de Grease comprende varios factores como la remembranza de un clásico o que, por primera vez, los actores son tan jóvenes como los protagonistas de la historia. Sin embargo, hay una gran influencia de apuesta por vivir nuevas experiencias, entre ellas, disfrutar el teatro como nunca antes.
“Creo que hay unas ganas de pasarla bien, de vivir el presente como nunca, porque el último año ha sido todo un cambio”, reconoce el actor.
Necesidad de cambio
Aquella reflexión hace que Juan Carlos caiga en la cuenta de lo mucho que cambió la forma de trabajar en medio de la pandemia y la importancia del vínculo con el espectador en vivo.
“Desde que empezó el encierro, no veía en vivos. Entrar a una sala de ensayos ha sido muy fuerte, muy emocionante. La mayoría de experiencias que he tenido antes en España han sido como espectador, ahora ver a mil personas conectando con la historia es muy bonito”, acota.
Viajar hacia España le permitió a Juan Carlos ser testigo, de las abismales diferencias que existen entre nuestro país y el ibérico en temas de políticas culturales post-pandemia.
“Para empezar, aquí la cultura es casi una prioridad. Librerías, cines y teatros estuvieron cerrados en la primera cuarentena, que comprendió entre marzo y mayo, luego de ello, los teatros fueron aperturados y el aforo siempre fue del 50% para arriba”, resalta.
Nuevos proyectos
La lentitud con la que crecen los aforos permitidos en nuestro país ha hecho que varios proyectos, por lo menos los grandes, no se hayan podido concretar, según indica el director. Por ello, por lo pronto, seguirá exhibiendo su arte en España.
“Hace poco hemos cerrado un proyecto aquí. Voy a dirigir un musical cuya trama aún no puedo revelar”, comenta emocionado.
Además, seguirá a cargo de Grease, cuya dirección implica ir al teatro de tres a cuatro veces por semana, debido a la supervisión de funciones.
“Después de cómo nuestra vida ha cambiado, yo ya no tengo certeza de nada, sólo de lo que puede suceder hasta fin de mes, pero en principio voy a quedarme en España para la dirección de mi próximo musical”, finaliza.