Desde hace siete años, la asociación de tejedoras Warmi Awadora impulsa el reconocimiento y preservación de los tejidos kichwa. Ahora, buscan fortalecer su proyecto postulando a un fondo del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego que les permitirá mejorar sus capacidades de comercio electrónico y llevar su arte a cada vez más personas.

Por Arianna Gonzáles

La región San Martín acoge entre sus comunidades a valientes mujeres que revalorizan la cultura de la Amazonía peruana a través del arte. Prueba de ello, es la existencia de Warmi Awadora, una asociación de 45 tejedoras procedentes de las comunidades de Copal Sacha, Chirik Sacha, Chirikyacu, Chunchiwi y Alto Pucallpillo que, gracias a la elaboración de productos a base al tejido kichwa, logran salir adelante, aportar a la economía de sus hogares y conservar las tradiciones que sus madres y abuelas les heredaron.

Sin embargo, a pesar de poner todos sus esfuerzos en entregar un producto de calidad, se enfrentan a numerosos retos, sobre todo en la era del comercio electrónico, donde la presencia digital en redes sociales y la posibilidad de comprar con solo un “clic” son más que necesarias para hacer crecer emprendimientos locales.

Lísida Ishuiza Tapullima, presidenta de Warmi Awadora, por ejemplo, debió trasladarse desde Chunchiwi, su comunidad, hasta la ciudad de Lamas para responder mi llamada. El mismo recorrido debe hacer si desea enviar una foto de un producto por WhatsApp a un potencial cliente o compartir por redes un video de su trabajo.

Su labor en Warmi Awadora comenzó hace siete años, en el 2015, junto a otras mujeres que vieron en el tejido y la creación de productos como collares, aretes, pulseras y carteras, una forma de mejorar su calidad de vida y salir adelante desde sus comunidades natales, al tiempo que le otorgan al mundo la posibilidad de conocer el arte que les han transmitido de generación en generación.

Apuesta por lo digital

En Warmi Awadora cuentan con un catálogo, redes sociales e incluso un número de contacto por WhatsApp para ofrecer sus productos.

Gracias a un programa del Ministerio del Ambiente pudieron dar sus primeros pasos y luego, en sintonía con Rainforest Alliance, se dedicaron a fortalecer sus capacidades de gestión y producción, trabajando, de la mano de diseñadoras, productos con diseños únicos y elaborados a base de algodón nativo.

Sin embargo, son conscientes que el éxito de su negocio también radica en ofrecer su arte a través de canales digitales y, aunque en la actualidad cuentan con un catálogo, redes sociales como Instagram y Facebook, e incluso un número de contacto por WhatsApp, creen firmemente que pueden afianzar la atención en estas plataformas y ven en el fondo del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, Avanzar Rural, la oportunidad perfecta para lograrlo.

El proyecto les puede dar hasta 100 mil nuevos soles si Warmi Awadora logra recaudar una contrapartida de 15 mil. Para ello, han implementado una colecta en el sitio web gofundme y diversos canales de pago digitales para recibir donaciones. 

“Queremos que nos apoyen para tener capacitaciones y poder seguir vendiendo por Internet y WhatsApp. Lograr tener más aliados y poder vender no solo en nuestra localidad si no en todo el país, e incluso a otras naciones”, sostiene Lísida, quien resalta a la capacitación constante como uno de los pilares esenciales del crecimiento de Warmi Awadora.

Más allá del tejido

Warmi Awadora reúne a 45 mujeres de cinco comunidades de la región San Martín.

El trabajo de estas 45 mujeres no solo tiene que ver con el tejido. Ellas también siembran, cultivan, cosechan e hilan el algodón nativo que se convierte en su materia prima. Sin embargo, admiten no saberlo todo y haber contado desde sus inicios con profesores que las han llevado a perfeccionar el producto y comercializarlo como lo hacen hoy en día.

Ahora, sus capacitaciones también incluyen aprender a manejar smartphones, tomar fotografías, conectarse a Internet y demás acciones que les permitan hacerse un campo en el mundo del comercio virtual.

“Nosotros ofrecemos nuestros productos mediante WhatsApp. Tener un teléfono con cámara y buen internet es esencial. Sin embargo, en nuestras comunidades no hay mucha señal y eso es lo que nos limita un poco”, relata la presidenta de Warmi Awadora. 

Preservación cultural

Warmi Awadora

Las tejedoras impulsan, a través de su trabajo, el reconocimiento y preservación de los tejidos kichwa.

El interés de hacer crecer Warmi Awadora para sus integrantes va más allá de lo económico y apunta a visibilizar la calidad del tejido kichwa, una expresión cultural de sus comunidades. Sus madres les transmitieron todas las técnicas para crear hilados uniformes y ahora son ellas las que hacen lo mismo con sus hijas. 

“Eso (tejer) hemos hecho desde pequeñitas, con nuestra familia. Yo tengo una hija que estudia en la actualidad en el instituto para ser profesora bilingüe. Sin embargo, al mismo tiempo, aprende conmigo a hacer los tejidos. Mayormente, de esa manera hacemos que no se pierda nuestra cultura”, sostiene Lísida.

Warmi Awadora

Por ello, a pesar de realizar labores en su casa y acudir al campo a ayudar a sus esposos, cuarenta y cinco mujeres dedican su tiempo a reivindicar esta parte de la cultura amazónica, adaptándose a las necesidades de sus clientes y apostando por herramientas que las ayuden a llevar su arte a más lugares.

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