A través de Prolima, la comuna de Lima viene restaurando la fachada de 5 emblemáticas iglesias en Barrios Altos, futuros puntos de atractivo turístico para la capital. Se le suman proyectos para poner en valor jirones, plazas e inmuebles, así como la apertura de una Escuela Taller de Saberes y Oficios Tradicionales.

Por Prolima Foto Prolima

Bien podría calificarse al cruce de los jirones Áncash y Paruro como el epicentro actual de la recuperación patrimonial de Barrios Altos, acaso una de las áreas más emblemáticas del Centro Histórico de Lima. Allí, en paralelo, personal especializado de Prolima viene restaurando las fachadas del conjunto de la Buena Muerte y la iglesia de las Trinitarias.

El conjunto arquitectónico que conforman la iglesia, convento y plazuela de la Buena Muerte fue edificado hacia la segunda mitad del siglo XVIII. Declarado como Monumento Histórico y administrado por la Orden de los Ministros de los Enfermos, también conocidos como los Religiosos Camilos, el conjunto perdió una serie de valores y elementos ornamentales que se buscan restaurar con la actual intervención.

Vista de lo que será el restaurado conjunto de la Buena Muerte.

Más adelante, a la recuperación de la fachada -que abarca trabajos en pintura mural, carpintería de metal y de madera, portadas, campanas y estructura- se le sumará la puesta en valor de la plazuela de la Buena Muerte, pensada y planificada con miras a una recuperación integral del paisaje urbano-histórico de Barrios Altos, considerando que a pocos metros, justo al frente, se ubica el templo de las Trinitarias.

En este último se han hallado valiosos vestigios de una pintura mural elaborada bajo la técnica de la grisalla, en figuras geométricas con tonos negros. El foco del hallazgo está en ambas torres del templo, tal y como el equipo de Prolima había previsto durante la investigación histórico-artística del inmueble, en la que se hallaron antiguas fotografías donde se lucían los acabados del templo construido en 1722.

Barrios Altos

El restaurado monumento a Antonio Raimondi, en la plaza Italia.

Los primeros pasos

 Mucho antes de llegar a los templos de la Buena Muerte y Trinitarias, Prolima ya había concretado una serie de intervenciones para la recuperación paulatina de Barrios Altos. En mayo del 2020, con el Plan Maestro recientemente aprobado, se entregó restaurada la escultura de Antonio Raimondi, ubicada en la plaza Italia. Tiempo después, se recuperaron todos los jardines de dicho espacio público, junto a su histórica pileta de bronce, a la que se le restituyeron elementos perdidos y reacondicionó todo su sistema de tuberías. Casi en paralelo, se recuperó integralmente la fachada de la iglesia de San José de las Descalzas, colindante con la plaza Italia. Y a los pocos meses, en noviembre del 2022, se entregaron restauradas las cinco esculturas y pileta de la plazuela del Cercado.

En el 2022, Prolima restauró la fachada de la iglesia de las Descalzas.

En todos los casos, fueron las primeras acciones de un plan cuidadosamente elaborado. Por ejemplo, la Municipalidad de Lima tiene en cartera la próxima recuperación de toda la plaza Italia, lo que se sumará a las intervenciones previas en ese espacio. Además, Prolima ha elaborado un proyecto para la restauración integral del antiguo Hospital Real de San Andrés, donde funcionará la futura Escuela Taller de Saberes y Oficios Tradicionales, un polo de actividad económica, cultural y turística para Barrios Altos.

Prolima también ha iniciado los trabajos para la restauración de la fachada de la iglesia de Santiago Apóstol del Cercado, colindante con la plazuela del Cercado. Y en paralelo se están trabajando las iglesias de Nuestra Señora del Prado y Santo Cristo de las Maravillas. Por si fuera poco, gracias a un convenio entre la Agencia Francesa para el Desarrollo y la Municipalidad de Lima, en un futuro no muy lejano se iniciará con la restauración integral y puesta en valor de dos inmuebles históricos para Barrios Altos y toda la ciudad: la Quinta Heeren y el Edificio El Buque.

Como podrá inferir el lector, se trata de una serie de acciones programadas para el tiempo presente, el mediano plazo y el futuro cercano: la planificación al servicio de la recuperación del más valioso patrimonio de nuestra ciudad.

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