El 2016 ha sido salvaje y no piensa irse sin un gran final. A las muertes del año, que incluyen a David Bowie, Prince, y Leornard Cohen, se suma la de Debbie Reynolds, recordada protagonista de Cantando bajo la lluvia y madre de Carrie Fisher. La actriz de la era dorada de Hollywood murió a los 84 años, solo un día después de la muerte de su hija. Actriz, cantante y bailarina, tuvo una destacada filmografía, así como una brillante carrera en Broadway. Una de las grandes del Hollywood y conocida activista, protagonizó junto a Elizabeth Taylor uno de los escándalos más sonados de su época. 

Escándalos del viejo Hollywood

La era dorada de las grandes producciones. Los artistas pertenecían a las diferentes casas de cine y prácticamente vivían en los estudios. Debbie Reynolds tenía 17 años cuando empezó con pequeños papeles para MGM. Viviendo en el estudio, asistió al colegio junto a Elizabeth Taylor, que para ese momento ya era una estrella. Se hicieron mejores amigas de forma casi instantánea. Con los años llegó Cantando bajo la lluvia y la fama de Reynolds creció. Era habitual ver fotos de ambas en los tabloides, siempre manteniendo un estrecho contacto. 

Debbie Reynolds

Eddie Fisher, Elizabeth Taylor y Debbie Reynolds

En 1955, Debbie se casó con el actor y cantante Eddie Fisher. En 1957, Elizabeth Taylor se casó con Mike Todd, uno de los mejores amigos de Fisher. Eran dos mejores amigas casadas con dos mejores amigos. Tan solo un año después de su boda, Todd falleció en un accidente de avión. Poco después, el escándalo explotó: la prensa anunciaba que Fisher estaría involucrado con Taylor. 

El divorcio fue el más sonado de la época, especialmente porque Fisher se casó con Taylor poco después. El trío fue el equivalente a Brad, Angelina y Jennifer Aniston, con el agregado de que ambas mujeres eran amigas cercanas. Aunque Taylor y Fisher se divorciaron poco después, con ella dejándolo por Richard Burton, el escándalo siempre acompañó a Reynolds. El giro de la historia es que las amigas se reconciliaron, llegando incluso a trabajar juntas en These Old Broads, película escrita por Carrie Fisher que fue el último trabajo de Taylor. 

Debbie Reynolds, Shirley MacLaine, Elizabeth Taylor, Joan Collins.

Madre

Debbie tuvo dos hijos con Eddie Fisher: Carrie y Todd. La relación con Carrie es la más conocida, especialmente porque la actriz de Star Wars ha publicado tres libros de memorias, donde narra los altibajos que pasó con su madre. 

En Postcards from the edge, best seller que fue convertido en una película protagonizada por Meryl Streep y Shirley Maclaine, Carrie describe los problemas de la relación. Crecer con una madre glamorosa que traza un ideal inalcanzable, lidiar con una carrera como actriz que no se compara a la de su madre, y ver como esta, a pesar de apoyarla, no sabía cómo tratarla. 

Su relación es de inmenso cariño, pero también una que se caracterizó por falta de comprensión. Es lo que Carrie describe sobre su adolescencia y juventud. A los 13 ya consumía drogas, y a los 28 fue internada en una clínica de rehabilitación. Debbie no sabía cómo lidiar con estos problemas. Fue en esa época que pelearon. Debbie y Carrie no se hablaron por 10 años. 

Finalmente, se reconciliaron y mantuvieron una relación en extremo cercana. Incluso Fisher, una talentosa guionista, escribió papeles para su madre. Además era muy allegada a su nieta Billie Lourde, la hija de Carrie. “Hay muy pocas mujeres de su generación que trabajaron así. Ella mantuvo una carrera durante toda su vida, crió a sus hijos sola, tuvo relaciones horribles, perdió todo su dinero y lo consiguió de nuevo. Quiero decir, ella ha tenido una vida increíble y es alguien a quien admirar“, declaró Fisher sobre su madre

Vida dura 

Su extraordinaria carrera incluye éxitos como Cantando bajo la lluvia y The unsinkable Molly Brown, cinta por la que fuera nominada al Oscar a Mejor Actriz. Sin embargo, su vida sentimental fue siempre un problema. “Siempre me he casado con el peor tipo de hombre”, declaró en una entrevista recordando a sus tres maridos: Eddie Fisher, Harry Karl y Richard Hamlett.

Tal vez el peor de los tres fue Harry Karl. Famoso millonario, perdió todo su dinero (y el de Debbie)  jugando en la bolsa. Reynolds pasó un tiempo viviendo en su carro, mientras intentaba salir de una profunda bancarrota. 

Debbie Reynolds, con su hija Carrie Fisher, y su nieta Billie Lourd.

Activismo

A pesar de haber sido una voz importante para diferentes causas, Debbie Reynolds es especialmente recordada por la comunidad LGTB como una de las primeras personas en ayudar en la lucha contra el SIDA. En Estados Unidos, el gobierno rechazó tratar o investigar la enfermedad porque se creía que solo afectaba a los homosexuales. En 1983, dos años antes de que Reagan siquiera aceptara hablar del tema, Debbie estaba recaudando fondos para atender a los enfermos y promover la búsqueda de una cura. 

Además se dice que fingía salir con algunos de sus amigos gays, para ayudarlos a evitar el tipo de escándalo que podría destruir la vida de un actor en esa época. Debbie ha sido una vocal abogada de los derechos LGTB, además de un figura pública siempre dispuesta a apoyar proyectos que colaborasen en mostrar a la comunidad gay bajo una luz positiva. 

Debbie Reynolds, Shirley MacLaine, y Joan Collins en una escena de “These Old Broads”

Una de las galas pro fondos que realizó durante la primera etapa de la crisis de SIDA en Estados Unidos es especialmente memorable. Debbie como anfitriona anunció a una invitada sorpresa: Shirley MacLaine. Al hacerlo comentó que Shirley tenía muy buenas piernas, comentario que la también actriz respondió descubriendo y mostrando sus senos al público. Debbie no se quiso quedar atrás y se levantó la falda. 

 

Por Alejandra Nieto