La industria cinematográfica peruana se pronuncia luego de que la norma de apertura de cines sólo permite el 30% del aforo de sus salas.
Por Arianna Gonzáles
Han pasado 15 meses desde que el pasado 16 de marzo de 2020, los cines en Perú cerrarán sus puertas por orden gubernamental de confinamiento estricto debido a la pandemia del COVID-19.
Cinco meses después del intempestivo cierre, la Asociación Nacional de Cines del Perú, (ANASACI), según su último comunicado emitido, comenzó a trabajar, de la mano del Ministerio de la Producción, en los protocolos de bioseguridad para una posible reapertura.
Sin embargo, hasta la fecha y tras más de un año de paro, la industria cinematográfica peruana aún no ha podido reactivar sus filas por, según declaran, los constantes cambios en el equipo del Ministerio de Salud.
Esto, ha dado como resultado la paralización de 10 mil puestos de trabajo que no han podido reactivarse, así como el retraso en los estrenos, sin fecha definida, de producciones nacionales.
“Estamos sumergidos en una brutal crisis económica y una inminente aniquilación del sector. Pronto seremos testigos de la desaparición de diversos complejos de cines en el Perú por la apatía generalizada de este gobierno con nuestra industria.” manifestó Mónica Verdeguer, presidenta de Anasaci.
Cines: Una mirada internacional
Así, mientras que en el resto de Latinoamérica, los cines se han reactivado desde el año pasado, cuando aún no habían iniciado su proceso de vacunación, en nuestro país, con un proceso de vacunación en marcha, solo se ha permitido que abran con un aforo del 30%, lo que no resulta conveniente para este sector.
Ante eso, ANASACI espera reabrir en igualdad de condiciones que los demás países en Latinoamérica, que operan con protocolos de seguridad, aforo reducido y consumo de alimentos y bebidas.
Quizás, las exigencias del sector salud peruano, se deban a que solo han existido descensos poco significativos en la curva de contagios, sin embargo, el Despacho Viceministerial de Salud Pública, en un comunicado del 31 de marzo, ha concluido que los protocolos propuestos por la Asociación de Cines “contribuyen a disminuir el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 en salas de cine, antes, durante y después de la permanencia del público usuario, incluso con el expendio de alimentos y permitiendo un aforo del 50%.”
A pesar de esto, hasta la fecha, la dirección del MINSA actual no ha tomado esta recomendación en cuenta.
Consumo de alimentos y bebidas
Por otro lado, la representante de ANASACI agregó que no se termina de entender el porqué de la prohibición del consumo de alimentos en las salas de cine, cuando los restaurantes ya tienen habilitada esta facultad desde hace meses.
“No se encuentra una explicación válida para entender la diferencia entre compartir una mesa en un restaurante y comer dentro del cine donde incluso los clientes están mirando hacia una misma dirección, con casi ninguna interacción y en silencio”, dijo.
La evidencia científica es clara. ANASACI ha realizado recientemente un estudio de concentración de CO2 en una sala de cine con espectadores, arrojando como resultado un nivel menor al límite aceptado.
Asimismo, un análisis global encargado por Celluloid Junkie confirmó que en ninguno de los países con cines abiertos se ha reportado brote, cuyo origen haya sido en una sala de cine.
Todos estos estudios, que indican que la experiencia en una sala de cine es tan o más segura que otras actividades que hoy están abiertas al público, han sido presentados al MINSA oportunamente, por lo que solo que solo queda pendiente el incremento oportuno del aforo.
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