Es uno de los personajes políticos del momento. Nacida en el Callao, Patricia Chirinos Venegas es hija del constitucionalista y excongresista Enrique Chirinos Soto. A pesar del gran legado de su progenitor, ella ya se ha hecho un lugar en la política nacional. Actualmente, es la tercera vicepresidenta del Parlamento y ocupa un escaño con el partido Avanza País, pero su trayectoria data de hace varios años. En 2006, fue regidora de la Municipalidad del Callao; en 2011, consejera regional del puerto, y en el periodo 2015-2018 fue alcaldesa distrital de La Perla.

Por Salvador Sampén 

Firme y decidida. En una entrevista para Canal N, la tercera vicepresidenta del Congreso, Patricia Chirinos, comunicó que le han enviado una carta a la jefa de gabinete Mirtha Vásquez preguntándole por los criterios para la elección de Luis Barranzuela como Ministro del Interior. Al tener una labor importante en el Parlamento, la mayoría de sus horas las dedica a la política. Sin embargo, con esta revista tuvo una valiosa conversación en la que se animó a mostrar su lado B. Si bien se refirió a la agresión que recibió por parte del ex presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, también conversó  sobre su vida sentimental y sus hobbies. Asimismo, brindó detalles sobre su motivación para desempeñarse en la vida política, un aspecto importante, ya que ha indicado que quiere ser la representante “de todas las sangres”.

¿Por qué cree que muchos representantes políticos de izquierda y feministas se demoraron o no la respaldaron oportunamente tras ser agredida por el ex jefe de gabinete, Guido Bellido?

Hay sectores de la izquierda que han dejado al descubierto su falta de consecuencia en la defensa de la mujer. Empezando por la propia ministra Anahí Durand y varios de sus colegas de ideología, que parecen defender los derechos solo cuando les conviene, y cuando no, se hacen los locos y miran al techo. El Estado en su conjunto viene retrocediendo. Muchos dizque defensores de los derechos se han ofendido más por la agresión verbal hace unos días contra el señor Avelino Guillén. Pero ese mismo día, el Poder Judicial le rebajó un año de sentencia al agresor de Arlette Contreras, y los pseudodefensores de derechos brillaron por su silencio, por su ausencia. Así como ella, hay miles de mujeres en el Perú que viven esperando justicia, y los gobernantes y opinólogos les siguen dando la espalda.

Enfocándonos un poco más en su labor parlamentaria, ¿Cómo están planeando frenar el objetivo de la Asamblea Constituyente?

No considero que la Asamblea Constituyente sea una prioridad para el país. Aprovechando que he tenido COVID-19, lo primero que haga cuando vuelva presencialmente a mis actividades será tocarle la puerta al presidente. Quiero conversar con él respecto a las medidas sanitarias y darle recomendaciones sobre qué es lo que debemos hacer en temas de salud y en contra de este virus que se ha llevado la vida de más de doscientos mil peruanos. Creo que esa es la prioridad. Otra prioridad es la alimentación, las ollas comunes. No queremos tener más niños desnutridos en el país. En ese sentido, quiero pedirle al presidente que de una vez empiece a crear un clima de estabilidad. Las madres de las ollas comunes están des- esperadas. La gestión de Castillo no puede estar de espaldas a la población. Él tiene que entender que no gobierna solamente para el 18% que lo votó en la primera vuelta, él es el presidente de todos los peruanos. Por eso tiene que abordar eficazmente los problemas de la población. Si no aterriza en los problemas reales del Perú, dudo que haya un desenlace favorable. Si él quiere cumplir su mandato sin problemas, tiene que convocar a quienes no votaron por él. Tienen que convocar a Keiko Fujimori, Hernando de Soto, Rafael López Aliaga, a la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, para que juntos busquen un acuerdo que dé gobernabilidad al país. Pedro Castillo es el único que tiene la llave para determinar cómo y cuándo quiere terminar su mandato.

“Ser oposición no significa obstruir, implica balancear y buscar el consenso mediante el diálogo con las demás fuerzas políticas”, señala Patricia Chirinos desde su sillón de la Mesa Directiva.

¿Cuál es su mayor objetivo para este periodo parlamentario?

Para mí, ser congresista es una gran responsabilidad. Estoy en la oposición. Ser oposición no significa obstruir, implica balancear y buscar el consenso mediante el diálogo con las demás fuerzas políticas. Asumo esta posición y esta responsabilidad poniendo la defensa de la democracia por delante; eso está por encima de cualquier interés particular o partidario.

Me gustaría que me recuerden sobre todo como la congresista que representó los derechos de las mujeres. Si queremos una mejor democracia, las mujeres tenemos que ser ciudadanas de pleno derecho. Por otro lado, creo que uno de los principales problemas del país es que todavía hay mucha gente pobre que está viviendo sin los servicios básicos, y me gustaría poder ayudar a esa población. Es injusto que muchos gocemos de una vida cómoda cuando todavía hay madres jóvenes, ancianos que están viviendo sin luz y agua. Entonces, tenemos que ayudarlos con el saneamiento físico para que después ellos, mínimo, puedan tener sus servicios básicos. Voy a seguir recorriendo el país tratando de ayudar a la población más humilde.

En una actividad con los vecinos de Pachacútec en Ventanilla, Callao. “Quiero ser la representante de todas las voces, de todas las razas, de todas las sangres, de todos los peruanos”, agregó.

¿Por qué cuesta tanto combatir esta desigualdad que menciona?

En realidad, considero que algo de culpa tenemos, porque los políticos hemos vivido de espaldas a las regiones. En mi caso, yo trabajaba en la región Callao. Es la primera vez que tengo un puesto político a nivel nacional, pero tengo un compromiso y he hecho este compromiso conmigo misma. Voy a recorrer todo el país para tratar de ayudar a la gente que se ha sentido olvidada. Realmente, el Congreso de la República ha trabajado de espaldas a la población. Entonces, con esto quiero marcar la pauta para que el Parlamento trabaje con los más necesitados.

¿Qué futuro avizora para la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo?

Creo que es momento para pensar fría- mente y con inteligencia. No podemos dar ningún paso en falso y tampoco puntada sin hilo. Creo que es un momento para analizar muy bien antes de actuar. En ese sentido, quiero decir a los peruanos que confíen, porque no todos los congresistas estamos detrás de algún negociado o buscando conseguir algo del Ejecutivo. Sé que esto ocurre, pero yo les doy mi palabra y me comprometo con todos los peruanos en que voy a trabajar para que continúe la democracia en este país. No lo duden, necesitamos que sigan confiando en sus congresistas.

Desde el Hall de los Pasos Perdidos, Patricia Chirinos señala: “Me gustaría que me recuerden sobre todo como la congresista que representó los derechos de las mujeres”.

¿Piensa habitualmente en el futuro? ¿Le gustaría consolidarse en el Congreso o ha imaginado otros puestos en la política peruana?

Lo mío es una carrera política. Este es mi cuarto puesto. Al día de hoy, la reelección congresal no está permitida. Yo estoy enfocada en mi trabajo, tanto en mi posición de congresista como en el puesto de tercera vicepresidenta. Tengo dos oficinas a mi cargo. Una es el fondo editorial y la otra es la oficina de enlace. Mi carrera ha pasado por varias instancias, y siento que mi compromiso va a seguir siendo el mismo, trabajar por mi gente. No estoy pensando ahora cuál va a ser el siguiente paso. Voy a seguir trabajando por los peruanos.

Aparte de la política, ¿a qué dedica su tiempo? ¿Qué hobbies tiene?

Me gusta comer rico. Entonces, disfruto mucho probando platos tanto de comida peruana, de todas las regiones, como también internacional.

Muchas veces los cocino yo misma para mi programa de YouTube, “La Sazón de la Woman”.

¿Cómo está su vida amorosa actualmente? ¿Le atraen los hombres de política o prefiere que su pareja no esté involucrada en el tema?

No tengo pareja. Si algún día vuelvo a tener, me gustaría que sea alguien que no perturbe ni interrumpa mi trabajo. Está bastante difícil tener pareja

Retrato realizado por su mejor amigo, el artista plástico cubano Ramiro Ramírez Ramírez.

¿El Congreso vino a usted por la tradición política de su familia? ¿Cuánto influyó su padre, Enrique Chirinos Soto, en su vida política?

Mi padre ha influido en toda mi vida, no solo en la parte política. Él fue un excelente padre, fue un caballero, un bon vivant. Fue un hombre muy elegante, el más culto que he podido conocer. El más inteligente, el más hábil, el más sencillo. Qué te puedo decir, mi padre era cosmo- polita, un hombre digno de admiración, y yo me siento privilegiada de haber sido su hija. Es un hombre que marcó la historia de este país y, a pesar que ya no está con nosotros, todas las enseñanzas y todo lo que él pudo compartir todavía sigue vigente hasta el día de hoy. Mi padre me dejó de herencia muchas cosas, pero lo más importante que siento en todo momento es el amor tan grande que tenía por el Perú. Esa es la mayor enseñanza que tengo y que guardo en mi corazón. No te podría decir que mi padre influyó en mí solo en la parte política, porque mi padre influyó en toda mi vida, y cada vez que yo tomo una decisión, siempre pienso en él antes. Me enseñó muchas cosas, a ser libre, fuerte, valiente. Me enseñó que una mujer vale por sí misma. Siempre me decía: “Patricia, las mujeres son más inteligentes que los hom- bres”. Yo le preguntaba: “¿Por qué, papá?”. Él me respondía: “Porque las mujeres se preocupan por las cosas esenciales de la vida, que son la familia y el hogar. Mientras que los hombres muchas veces pensamos en cosas más frívolas”.

Usted le realizó una entrevista para la revista “For Men” en 1997, y la tituló “Enrique Chirinos Soto, modelo de caballero”. Por lo visto, su apreciación no ha cambiado nada veinticuatro años después.

Mi padre no solo es todo lo que te he dicho, además era superdivertido. Con mi padre no solo hablábamos de cosas serias o de mis estudios. Con mi padre salíamos a bailar, a comer. Me recitaba poemas aprendidos de memoria, creados por él, porque también era poeta. Aparte de padre e hija, éramos muy buenos amigos. Yo soy su hija menor y soy la única que ahora hace política. Somos siete hermanos en total. Quiero honrar la figura y memoria de mi padre. Él fue senador, diputado, congresista, y la nación entera lo recuerda como un legislador que siempre privilegió el diálogo y el consenso, pero que nunca claudicó a sus principios políticos y constitucionales. La política corre por mis venas.

¿Usted espera que la política también corra por las venas de sus hijos?

Yo soy muy ambiciosa en lo que es el futuro de mis hijos. Lo que más ambiciono para mis hijos es que sean siempre libres, tomen las mejores decisiones y sean felices. Ellos son libres de escoger el camino que quieran. Sé que en cualquier camino que escojan van a ser los mejores porque han sido criados bien. Son unos buenos muchachos y tienen los valores bien cimentados, y son trabajadores.

¿En qué momento supo que le era natural hacer política?

Cuando mis hijos estaban chicos y yo tenía treinta años. Antes de eso, me había dedicado al periodismo. La verdad, fui muy feliz con mi profesión de periodista. Cuando empecé a trabajar con las bases, la población directamente, sentía que era como trabajo de reportera de calle. Eso me atrajo de la política, que yo puedo estar en contacto directo con la población. Mi trabajo es más de campo que solo legislativo. Por eso, ahora desde la oficina que tengo de enlace con los gobiernos regionales y locales, estoy aprovechando para tener contacto directo con la población y ver in situ los problemas. Poco a poco estoy recorriendo todo el país, todas las regiones.

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