Juan Fernando Correa, presidente de la 61 edición de CADE Ejecutivos, hace un balance de la cumbre en el Cusco. Propone un diálogo entre el sector público y el sector privado que genere confianza, y un liderazgo empresarial que llene el vacío del Gobierno. Además, anuncia que el 12 de diciembre retomarán las conversaciones de CADE para impulsar las obras por impuestos, un mecanismo que ha probado ser exitoso y que podría cambiar aún más el rostro del país.

Por Carlos Cabanillas  Fotos Aaron Alberti

“Pienso que hemos tenido un CADE que ha dejado varios mensajes importantes y varios compromisos también”, asegura Juan Fernando Correa, quien presidió la edición 61 en las alturas de Cusco. “El tema más importante a considerar es que hemos tenido ocho ministros de Estado”, agrega, desde el lobby del hotel Hyatt, de San Isidro. “Cuando hemos hablado de nuestro lema, ‘Volver a creer, volver a crecer’, partimos de la premisa de que para recuperar el país necesitamos recobrar la inversión. Para crecer, necesitamos la inversión privada”.

No es solo un tema de confianza en el Gobierno…

Necesitamos recuperar la confianza entre todos. La confianza en el país, la confianza entre los peruanos, la confianza en el sector público y en el sector privado, la confianza con las personas… Todos vemos con desesperación este país que ha pasado por seis presidentes en seis años. ¿Cómo es posible eso? Tuvimos un Gobierno realmente terrible con el presidente Castillo. Realmente nos generó unas condiciones tremendas de inseguridad y de aumento de la pobreza. Toda la violencia que se generó después de que produjo su golpe de Estado, todo eso ha generado una incertidumbre, una frustración muy grande. Entonces, si queremos sacar al país adelante, tenemos que volver a creer en él. Para creer, necesitas recuperar la confianza. ¿Y cómo generas confianza con otra persona? ¿Conoces a una persona en un restaurante y porque le das la mano ya generaste la confianza? No. La confianza se genera con diálogo, con acciones, aceptando compromisos y cumpliéndolos. Este CADE lo que ha hecho es poner adelante al sector público y al sector privado, de forma visible, dialogando, planteando algunas diferencias, pero todos con la premisa de que si no hay diálogo no vamos a poder recuperar el país. Y yo creo que ese diálogo se ha producido. No ha sido perfecto, pero se ha producido. Hay compromisos y vamos a tener acciones. Creo que el balance es positivo.

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“Se impone una sinergia del Estado con el empresariado. ¿Se imaginan si de verdad el sector privado se comprara el pleito? Le cambiamos la vida al país”.

¿Cómo fue la recepción cusqueña? Fueron autoridades locales, como el gobernador.

Cuando decidimos ir al Cusco, en abril, había cierta incertidumbre con el equipo de IPAE, a raíz de las distintas manifestaciones que se habían producido. Pero apostamos porque creímos que la población cusqueña sí nos iba a recibir. Y así fue. La población cusqueña, las autoridades y los empresarios en general, todos nos han recibido con los brazos abiertos. Y eso también fue muy positivo, porque el mensaje que damos al país es que salimos de nuestra comodidad en Lima o Paracas y nos vamos a una zona emblemática, pero que también estuvo sometida a bastante incertidumbre. Creo que es un mensaje importante que estemos dispuestos a movernos.

La economía cusqueña sintió la pegada de las marchas. Quizá eso influyó. El turismo ha sido muy golpeado en el sur.

Efectivamente. La economía en Cusco ha estado muy afectada desde la pandemia. La caída del turismo ha sido tremenda y no se ha recuperado.En todas partes del mundo, en los sitios más emblemáticos, ya recuperaron el turismo al nivel que tenían prepandemia. Pero en Perú no, todavía está a la mitad. Y encima, con todas las manifestaciones que hubo y toda la incertidumbre, eso ha generado que muchos turistas cancelaran sus viajes este año. Entonces, es una región que está afectada, pero también es una región maravillosa con un potencial enorme. Agrícola, minero, turístico, de construcción. Hay muchas cosas que se pueden hacer en Cusco. Y yo creo que los cusqueños lo tienen claro. Y saben que saliendo a trabajar van a salir adelante. Creo que nos recibieron también por eso. Ese mensaje de conectar esta región con Lima es importante para sacar a Cusco adelante.

Se prevé un rebote económico para el primer trimestre de 2024. Pero no será suficiente.

Efectivamente, porque el 2024 también va a ser un año complejo por el fenómeno de El Niño. Pero además tenemos claro que el rebote es producto de un efecto estadístico. El primer trimestre de este año, debido a todas las protestas, se generó una situación complicadísima y cayó la economía. Entonces, va a haber un efecto estadístico en el primer trimestre, pero eso va a estar compensado con los efectos negativos de El Niño. Entonces, el primer trimestre va a ser complejo. El segundo trimestre también va a estar afectado por El Niño. Y probablemente a partir del tercer trimestre empecemos a ver una tendencia mejor. Sin embargo, lo que sí han expresado los distintos ministros, que es algo que también valoro, es una determinación a que las cosas cambien. Ahora hay que ver lo que harán, pero lo han expresado con determinación. Hay una búsqueda de recuperación de la inversión, una búsqueda de destrabe de distintos proyectos para recuperar el crecimiento, de distintas medidas para tratar de recuperar la condición económica. Entonces, desde mi punto de vista, la clave en este momento es que tanto el Estado como el sector privado ejecuten en concreto acciones que recuperen la actividad económica. Y para que eso se haga bien, obviamente, tiene que haber un diálogo y colaboraciones.

¿Cuáles han sido las carteras o los ministros con ideas más concretas?

En mi opinión, ha habido distintos niveles entre los distintos ministros. El primer ministro fue bastante político, pero expresó su posición con contundencia. Lo que necesitamos es que ahora tome control en algunas situaciones sobre las que hemos llamado la atención, como por ejemplo, facilitar la contratación. Hoy en día, la regularización es excesiva. Y tenemos el tema de Petroperú…

Él mencionó que va a cerrar ese subsidio.

Dijo que desde su punto de vista eso no podía seguir. Y también se le planteó el tema de la seguridad y de las mafias que están enquistándose en distintos sectores de la actividad del país. Los otros ministros fueron más técnicos. El ministro de Economía insistió mucho en buscar la recuperación de la inversión… Usando una frase un poco complicada, pensando que era absurda la duda o la posición conservadora ante la inversión.

No se entendió eso que dijo sobre que “hay confianza, pero con muchas dudas”…

Sí, la duda no es absurda para nada. Yo interpreto que quiso decir que “dejemos de desconfiar, tenemos que trabajar juntos para salir adelante”.

Pero la confianza se gana, no se puede obligar a confiar. Hay que enamorar, es como una relación…

Exactamente. Creo que el ministro de Economía está teniendo un accionar con la mejor intención y determinación. Lo que necesita es el apoyo completo del Gabinete y de la presidenta. Se necesita unidad del Gabinete. El gran problema que tenemos en el Perú, en el Gobierno actual y en el Congreso, es la falta de liderazgo visible. El líder siempre tiene que crear una visión, tiene que decir a dónde quiere llevarte. No basta con decir “yo no soy Castillo”. Los peruanos tienen que recodar que tenemos una presidenta que era parte del Gobierno de Pedro Castillo, parte del Gobierno elegido por Perú Libre, por Vladimir Cerrón. Esa es la realidad. Ahora, la realidad de las personas es una sensación de abandono total. Un Estado que no funciona y una empresa privada a la que no le importa las personas. Bueno, eso tenemos que cambiarlo desde la empresa privada. Como no hay liderazgo en el Estado, tomemos ese liderazgo desde la empresa privada haciendo ver a las personas que sí nos importan. Volviendo al CADE, la ministra de Agricultura fue bastante positiva. El ministro de Transportes planteó proyectos importantes. Chavimochic, que es parte del Plan de las 25 balas, es muy importante. Está parado hace cuatro o cinco años. Se han perdido cien mil empleos al año por todo ese retraso. Entonces, imagínate, no podemos tener un país en esta situación. Yo lo describo como un vehículo atollado, un vehículo de competencia Dakar que se quedó atollado. Los pilotos y copilotos no se quedan sentados en el auto. Tienen que buscar estrategias para sacar el auto del atollo. Igual tenemos que hacer acá, y el sector privado, en ese sentido, debe participar.

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“Estamos sobre un territorio profundamente minero. Esa riqueza podemos devolvérsela a la ciudadanía y al país entero, logrando una mucho mejor calidad de vida para todas las personas”.

Quizá algunos del sector público creen que no estamos en el mismo auto. Es una sinergia.

Totalmente de acuerdo. Es fundamental el alineamiento. Hace unos meses, conversando con un ministro de Economía de la primera década de este siglo, él recuerda que cuando el Perú crecía a una tasa de 6%, el Estado veía al sector privado como un aliado para salir adelante. Eso se rompió en 2011. Y se agravó por todos los casos de corrupción terribles que hemos soportado. A esos corruptos hay que mandarlos a la cárcel. Que desaparezcan del mapa. Nos han afectado a todos los empresarios, porque hoy en día el promedio de los peruanos piensa que la empresa privada es abusiva, indolente, corrupta… Que se colude con el Estado o para sus propios beneficios. Nos han dejado una mancha terrible que tenemos que eliminar. Entonces, el ministro de Economía tiene objetivos bien marcados, y necesitamos que por lo menos se ejecuten estos. Muchos economistas dicen que no es suficiente, pero por lo menos necesitamos eso. En una de las sesiones del CADE, por ejempllo, una de las directoras de la consultora McKinsey, Olivia White, muy capa, planteó cinco temas de la transformación del mundo. Entonces, hablan de esta nueva era multipolar donde hay un componente de cambio energético que va a requerir recursos y capacidades muy particulares. Perú y Chile tienen el 40% del cobre. Entre Argentina, Chile, Bolivia y Perú tenemos el 50% del litio.

Y con la guerra rusa sube el precio del gas y el combustible, y se acelera la demanda de autos eléctricos.

Exactamente. No pensemos que la minería en el Perú es como la película “Avatar”, en donde unos foráneos vienen y destruyen todo y no dejan nada. Esa película está claramente escrita para criticar a la minería. Pero hoy en día la minería no es así. La minería entra y deja resultados. Y estamos sobre un territorio profundamente minero. Esa riqueza podemos devolvérsela a la ciudadanía y al país entero. Y recuperar lo que necesitamos, logrando una mejor calidad de vida para todas las personas.

Y mientras la minería formal sigue trabada, la minería ilegal sigue avanzando y no deja nada. Ahí nadie regula la contaminación.

Así es. ¿Qué deja la minería en Madre de Dios? Destrucción de la naturaleza, una explotación horrorosa, contrabando, trata de personas… Es un escándalo y nadie habla de eso. Ahí nadie regula. Pero la guerra cultural de la izquierda ha creado la idea de que la gente es pobre por culpa de alguien. Han creado el mito de que las empresas no pagan impuestos, de que la minería destruye y no deja nada. Y lamentablemente, la gran mayoría de los peruanos piensa de una manera errada. Volviendo al CADE, necesitamos el acercamiento con la población. Impulsamos que el sector privado tome el mecanismo de obras por impuestos.

Porque estando en noviembre hay municipios que han ejecutado solo el 30% de su presupuesto

Así es. Lamentablemente, un Estado que tiene demasiadas deficiencias es muy incapaz e indolente. Perú es el único país de todo el hemisferio occidental que está entre los veinte peores países con tuberculosis en la OMS. Hay una nueva fórmula que reduce el tiempo de tratamiento de dieciocho a seis meses, y que aumenta la probabilidad de éxito de 35% a 90%. Este nuevo tratamiento lo ha hecho una ONG americana. Bueno, hace tres o cuatro años que ya se aprobó esa droga. Ha habido ocho ministros de Salud y a ninguno le interesó. Es un Estado indolente. Hay funcionarios a quienes no les importan las personas. Mira, estamos tremendamente dolidos por las más de sesenta muertes de las manifestaciones, pero acá mueren mil quinientas personas al año por tuberculosis. Y de eso nadie dice nada. Y a eso súmale la anemia.

¿Cómo hacer seguimiento a los compromisos del CADE?

Hay alrededor de ciento cuarenta empresas que han manifestado interés en sumarse al proyecto de obras por impuestos. Vamos a tener una reunión sobre eso el 12 de diciembre entre el sector público y el sector privado, con varios ministros y por lo menos dos gobernadores, los de Cusco y Arequipa. Esto será en Proinversión. No se puede normalizar la anemia. No se puede normalizar tener al 75% de las personas viviendo en la informalidad laboral. Al Consejo Nacional del Trabajo lo llamo la CNPT: Consejo Nacional de los Privilegiados del Trabajo, porque allí solo están los que trabajan en una empresa formal y/o lo que están sindicalizados, que son una minoría de los que están en la formalidad. Y el 75% de personas están en el abandono. A mí no me importa lo que decida el CNT, que piensa solo en los privilegiados. En el CADE hemos hecho una propuesta para ayudar a formalizar. Y mira, en los quince años de historia de obras por impuestos se han hecho obras por 7 mil 40 millones de soles. Eso es más o menos un promedio de 460 millones al año. Creo que el año que más se hizo fue el 2016 o 2017, donde se hizo algo de mil millones. ¿Sabes cuál es el techo del MEF para hacer obras por impuestos? 25 mil 600 millones de julio de 2023 a julio de 2024. Casi cuatro veces lo que hemos hecho en quince años. ¿Se imaginan lo que pasaría si de verdad el sector privado se comprara el pleito? Le cambiamos la vida al país. Pero claro, es más fácil pagar impuestos y no complicarse la vida. Por eso solo ciento cincuenta empresas lo han hecho. Y la mitad de la plata la han invertido cinco empresas: tres mineras, una cervecera y un banco. El mecanismo del Estado es muy pesado. Y el sector privado no quiere saber nada con el Estado, porque es un problema. Pero la legislación ha cambiado, ya hay muchas experiencias positivas. Además, peor es que nos vuelva a salir un Pedro Castillo.

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