El Palacio de Kensington, en Londres, abre sus puertas a quienes quieran celebrar ahí su matrimonio. Pero es necesario pagar un alto precio y cumplir ciertos requisitos. 

La residencia de los príncipes William y Harry, el Palacio de Kensington, es el escenario ideal para casarse. Y desde 11,350 euros (S/44,500) es posible para cualquiera que no tenga sangre azul. 

Historic Royal Palaces, la ONG que gestiona el alquiler de Kensington  y otros palacios en el Reino Unido, cuenta con un folleto en el que se detallan las posibilidades de celebrar un matrimonio en Kensington Palace. Pero hay algunas condiciones. Está prohibido molestar a los miembros de la familia real ni intentar ingresar a algunos de sus ambientes privados. Además, al tratarse de un lugar en el que viven muchos herederos al trono británico, todos los servicios para la boda — como el catering, los arreglos florales y el entretenimiento— tienen que contratarse con los proveedores aprobados por Historic Royal Palaces.

El Palacio de Kensington ofrece varios ambientes de ensueño, como la Orangery, construido en 1704 por la reina Ana, en cuyo jardín se puede celebrar una recepción con mil invitados y en su interior recibir hasta 150 invitados. En el Jardín Hundido de principios de siglo XX  caben 80 invitados y en los jardines del este de la propiedad hay lugar para hasta 400 personas.

Nicky Hilton, la hermana menor de Paris Hilton, se casó en el Palacio de Kensington con  James Rothschild, heredero de una familia de banqueros, en julio del 2015.

El príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron su compromiso en los jardínes del Palacio de Kensington, aunque no se casarán ahí. La pareja se dará el «sí quiero» en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.

El Palacio de Kensington fue el lugar de nacimiento de la reina Victoria y la última residencia que ocupara la princesa Diana antes de su muerte en 1997.