El bar más oculto de Lima brinda una experiencia inolvidable y algo fuera de lo común.

Por Redacción COSAS

Cuando Diego Macedo encontró en Internet un anticuario de pianos, no dudó en acercarse para ver qué tenía. Entre los ejemplares se encontró un instrumento musical de los años 30 con la inscripción de la palabra “Chicago” cerca del teclado. Lo tomó como una señal.

Diego, uno de los talentos más significativos de la coctelería local, había soñado durante años con un bar inspirado en la era de la prohibición alcohólica en Estados Unidos. Quizás aquí es donde comienza la ambigüedad que rodea al concepto, incluso desde la propia entrada.

Interior Sastrería Martínez.

Sastrería Martínez no tiene nada que ver con cortar y confeccionar sacos y pantalones, aunque a simple vista parece ser una elegante sastrería. A este tipo de bares se les llama speakeasy: lugares escondidos y tapados detrás de otro negocio, a veces reales y a veces ficticios (en este caso es lo último).

A este bar se accede con una contraseña.  Los muebles. los espejos, la tipografía y hasta el diseño de los cócteles  nos transporta a aquellos tiempos.

Sastrería Martínez: reglas básicas para ser parte de esta experiencia en bar de moda

En Sastrería Martínez  se sirve en copas y vasos , de todas las formas y tamaños. Ahora, algunas reglas básicas para ser parte de esta experiencia: primero reservar una mesa con anticipación (y lo más importante: asegúrese de hacer una reserva o cancelarla en caso de que no pueda asistir); en segundo lugar, se debe tener en cuenta que solo se aceptan walk-ins (personas sin reserva) a partir de las 10 de la noche.

La sastrería está abierta desde las 5 pm. 1 a. m. de martes a jueves y de 6 p.m. a 3 a.m. los viernes y sábados. Esta no es una experiencia para todos los días, definitivamente amerita una ocasión especial. Ciertos días de la semana hay música en vivo que nos transporta en el tiempo añorando el pasado.

Imagen de uno de los trasgos de sastrería Martínez.

 

Los protagonistas son los cócteles, los platos de la carta están pensados ​​como acompañamientos para potenciar lo que se sirve en la barra. Esto da como resultado piqueos frescos y sabrosos como el carpaccio de lomo, tartar de atún o tataki de salmón, así como otros deliciosos platos en forma de unos gambones a la mantequilla de limón, panceta troceada o pizzetas. Pidas lo que pidas, la comida es un viaje en sí mismo.

Si te encantan los dulces puede pedir el creme brulee y el mousse de chocolate.

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