Mi novio de un poco más de dos años bebe con demasiada frecuencia. No de una forma problemática, pero definitivamente más que yo, y casi diariamente. No pretendo tirar la primera piedra ya que me encanta salir por cocktails con mis amigas o beber una copa de vino cuando vamos a cenar, pero no suelo beber alcohol cuando me quedo en plan tranqui en casa. Él, sin embargo, prefiere relajarse ya sea con una copa de vino o una cerveza. No vivimos juntos aún, pero he podido darme cuenta que es un hábito diario y no puedo quitarme la sensación de que si algún día viviéramos juntos, esto podría llegar a molestarme ¿Puede funcionar una relación a largo plazo con dos personas que tienen actitudes diferentes ante el alcohol?

Por Cecilia de Orbegoso

Primero que nada, déjame decirte que no estás sola en esta situación. Aunque en la mayoría de los casos la respuesta a tu pregunta sería un rotundo NO, muchas parejas enfrentan diferencias en sus actitudes hacia el alcohol, y eso no significa que todo vaya a terminar en desastre. Por ahora, consideraría esta red flag de tu novio como un potencial problema más no un deal breaker inminente. A ver, no podemos negar que esta puede ser una señal de alerta, no solo por los problemas a largo plazo que puede causar en la salud, tanto física como mental, sino porque su consumo podría evolucionar a algo más problemático en el futuro. Y de ser así, SI, tu relación podría convertirse en un infierno para ti.

“¿Y si estoy exagerando?” o “¿Qué voy a hacer si reacciona negativamente?” son pensamientos comunes que pueden impedir que hables de este tema con tu novio, pero créeme que es mucho peor quedarse callado y dejar que el asunto se agrande, y es que en las relaciones, así como en la política, el encubrimiento suele ser peor que el delito ya que cuanto más tiempo deje el tema sin resolver, mayor será la probabilidad de que el problema no haga más que empeorar y crecer.

Así que no dudes en sacar el tema y expresar cómo te sientes de manera respetuosa y sincera (no te olvides que lo más importante en una relación es que ambos se sientan cómodos y respetados). Si este asunto te preocupa o te hace sentir incómoda, no te quedes callada. Hablarlo con él es la mejor manera de entender su perspectiva y encontrar una solución juntos.

Lo sé, puede ser difícil evitar confrontaciones, pero ¿sabes qué? Si se mantienen tranquilos y escuchan el uno al otro, podrán tener una conversación constructiva. Nada de señalar con el dedo ni echar culpas, eso solo empeorará las cosas.

Te recomiendo que exploren llegar a un acuerdo mutuo sobre cómo manejar el consumo de alcohol en la relación. Si bien es genial disfrutar de un par de copas juntos de vez en cuando, también pueden acordar ciertos días para salir a tomar algo y otros para disfrutar de momentos en casa sin alcohol. ¡El balance es la clave! y el compromiso de ambos también!

Ahora bien, si él cree que no tiene un problema, no lo presiones ni lo juzgues. Pregúntale por qué piensa así, aprovecha en preguntarle cómo se siente acerca de su consumo de alcohol, escucha su punto de vista y así podrás ver la situación desde su perspectiva. Si no pueden llegar a un acuerdo o sientes que estas diferencias son demasiado grandes, no temas reevaluar la relación ya que puede que esta no sea sostenible. Hoy puede parecer un tema trivial pero en algún momento en el futuro podrá convertirse en un tema crucial.

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