A solo cuatro horas de Lima, en medio del desierto, pero frente al mar, se encuentra el Hotel Paracas, un oasis de lujo y relajación que cuenta con más de 120 habitaciones, servicios de la más alta calidad y una propuesta culinaria sin igual, para pasar un fin de semana en el que uno solo se preocupe por disfrutar.
Por Arianna Gonzáles
Paracas de noche es un terreno completamente distinto a las imágenes que vienen a nuestra mente al nombrar el popular balneario del sur de Lima, la brisa fresca del aire te golpea en la cara recordándote que, aunque tengas el mar enfrente, estás rodeado de desierto. Es el recordatorio ideal, también, de que las preocupaciones del día a día pueden quedar atrás al poner un pie en Hotel Paracas, a Luxury Collection, un resort de lujo que abre sus puertas a quienes quieran disfrutar de una estadía de primer nivel donde lujo, comodidad, buena comida y aventura convergen de una manera única.
Son las siete de la noche de un viernes y acabo de hacer el check-in en el hotel que, en medio del desierto, podría considerarse un oasis. Sus instalaciones son imponentes, pero rodeadas de naturaleza; acogedoras y con una vibra que te otorga esa sensación de comenzar un fin de semana distinto.
Las luces de su bar lounge, que tiene una vista privilegiada al Océano Pacífico, parpadean y la música se escucha a lo lejos. Ese es el primer punto de mi recorrido en esta experiencia. Más allá de su ambiente, es la carta del bar lounge lo que lo termina de hacer especial, pues incluye una selección de cocteles de autor inspirados en la región. Desde el Manto Paracas, un coctel a base de pisco, cuyos colores se asemejan a los textiles de la cultura precolombina, hasta el Hijo de Sarah Hellen, una bebida a base de gin que nace en torno a una leyenda de la región y para cuya preparación se invita al espectador a participar de un “rito popular”.
Así, la experiencia de tomarse un trago frente al mar se expande, convirtiéndose en una oportunidad para aprender más de esta parte del Perú, cuya historia y misticismo cautivan a cualquier viajero. Otros cocteles disponibles son la Monja Paracas, cuyo nombre nace de un ave de pico rojo propia de la región, o el Miski, a base de pisco y miel, perfectos para acompañar con una amplia variedad de piqueos como el sushi bar, alitas en distintos sabores o hamburguesas. La experiencia no se vuelve menos increíble si tienes elecciones alimentarias distintas, pues los chefs y encargados de la cocina están constantemente consultando por algún tipo de alergia, y otorgan la facilidad de adaptar platos si eliges no comer ciertos alimentos.
Aventura y relajación en un solo lugar
La estadía en Hotel Paracas, a Luxury Collection no solo brinda la posibilidad de hospedarse en un resort playa que ofrece instalaciones de primer nivel, muelle privado y una gran propuesta gastronómica, sino que otorga la posibilidad de elegir emocionantes experiencias sin salir del hotel, como deportes acuáticos -kayak, catamarán y paddle surf- o paseos en bicicleta con el atardecer de fondo.
Además, cuentan con selectas actividades agrupadas en su sello “Be Epicurean”, perfectas para quienes disfruten del placer de degustar comida y bebidas de alta gama. Entre ellas están “Mixology Class”, ideal para los aficionados al gin and tonic; “Menú de degustación ancestral”, con productos regionales, en el Restaurante Ballestas; una experiencia “Del mar a la mesa”, con los mejores productos marinos; y “Aventura en el desierto”, que combina aventura, historia y cultura, una experiencia gastronómica en un ambiente soñado y bajo las estrellas.
Mi travesía de “Be Epicurean” fue la “Recolección de conchas”, que empezó cuando abordé una embarcación premium que nos trasladó al medio del mar para conocer más sobre los criaderos de conchas de abanico en la Reserva Nacional de Paracas, lugar que tiene las mejores conchas de abanico de Sudamérica y una de las mejores del mundo. Esta experiencia no solo permite conocer más de lo maravilloso del mar, sino participar en primera persona de la recolección de conchas, seguida de una exquisita degustación de sus seis variedades, de la mano de selectos chefs, que prepararán deliciosos platillos con este insumo como base en Chalana, el restaurante ubicado en el muelle privado del hotel.
Las experiencias de lujo van más allá de las mencionadas, pues es posible trasladarse hasta las Islas Ballestas en un yate y observar de cerca a los lobos marinos, pingüinos, delfines y diversidad de aves. Una experiencia sin igual ideal para compartir en familia y sumergir a los más pequeños en el espectacular mundo de la fauna marina peruana.
Experiencia gastronómica de primer nivel
Hotel Paracas, a Luxury Collection cuenta con tres restaurantes cuya propuesta gastronómica es amplia, variada y con insumos de primer nivel. Por un lado, Chalana, con la frescura que caracteriza a la comida marina e insumos del mar a la mesa, un principio que en la cocina conocen como sostenibilidad 0 km.
Su chef, Miguel Cabrera, presenta platos clásicos como el ceviche o el arroz con mariscos, pero con un toque especial. Así nacen el ceviche chalanero, tiradito de pejerrey con salsa de ají amarillo, causa de pulpo al olivo y el arroz chalanero.
Por otro lado, Ballestas, el restaurante ubicado frente a la piscina central que cuenta con más de una veintena de platos, entre entradas y fondos, como ensalada de quinua, gyozas de langostino, bife al vapor, pulpo a la brasa y un novedoso pescado amazónico y mishkina. Aquí hay más opciones de cocteles de autor, como el Lady Luxury, a base de gin; el Rosa de Otoño, con whisky y jarabe de manzana; o el Citrux Fizz, con pisco, licor de cassis, jugo de limón, naranja y hierbabuena, ideales para complementar la mistura de sabores que caracteriza la carta de este restaurante.
Finalmente, La Trattoria, un restaurante italiano e informal, ideal para los amantes de pizzas y pastas, cuenta con un menú sensorial que incluye desde el aperitivo hasta el helado y posee una variada selección de vinos.
Relajación y confort: una experiencia para solo disfrutar
A pesar de que en un viaje, las actividades especiales forman parte importante del itinerario, es inevitable pensar en algunas donde el objetivo sea solo relajarse. Eso Hotel Paracas, a Luxury Collection lo entendió bien. Desde su habitación, uno puede descansar en una cómoda terraza con vista al mar o los jardines, mientras lee un libro o pide servicio a la habitación. Además, el hotel cuenta con dos piscinas, una principal y una familiar, ambas temperadas y abiertas hasta las 6pm.
Sin embargo, en mi búsqueda por un mayor nivel de relajación, Aqu Spa, el único spa de lujo de la ciudad, ocupó un espacio en mi estadía. El spa cuenta con diversidad de masajes y tratamientos, además de una de sus más grandes atracciones: un circuito termal de tres piscinas, un jacuzzi a 40º con hidromasaje; una segunda piscina de 38º con tres espacios de hidromasaje; y una tercera de 12º, perfecta para activar la circulación. Además tiene un sauna, y dos duchas, una con cromoterapia y la última con aromaterapia. La experiencia termina en una sala de relajación con sillones temperados y una vista a una proyección de estrellas.
Más que vacaciones
Si bien Hotel Paracas, a Luxury Collection es el lugar especial para unas vacaciones de lujo, lo es también para realizar eventos sociales y corporativos con capacidad máxima de 500 personas.
Si sueñas con una romántica boda frente al mar, los jardines del hotel son una buena opción a considerar, puesto que cuentan con tres paquetes, que incluyen desde DJ hasta una propuesta gastronómica para engreír de inicio a fin a tus invitados.
Desde un fin de semana de lujo en pareja, una escapada familiar, hasta una boda frente al mar, todo es posible en Hotel Paracas, a Luxury Collection, un lugar donde las vacaciones de ensueño pueden materializarse entre el lujo y el confort.
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