La reinauguración de la mansión marca el final de la remodelación más grande en la historia de Cartier. Fueron cuatro años entre diseño, demolición interna y reconstrucción de los espacios interiores, además de decoración. La casa francesa asegura que con esta nueva mansión se conserva el patrimonio de Cartier en Nueva York, pero, a la vez, se mejora la experiencia del cliente.

Casi todo en el diseño de interiores fue personalizado. El arquitecto Thierry Despont elaboró treinta y cinco estilos exclusivos para el mobiliario de la mansión. Por otro lado, gran parte de los paneles de madera de roble en cerusa se conservó de la decoración original, pero se remodelaron con secciones adicionales fabricadas para adaptarlas a los nuevos ambientes. Como en las otras dos históricas boutiques Cartier ubicadas en París y Londres, las antigüedades son parte fundamental del diseño de interiores. Cada una de las ciento diez antigüedades adquiridas para la mansión fue seleccionada en conjunto por el Departamento de Patrimonio de Cartier y Thierry Despont.

Un collar de perlas

La historia cuenta que hace tan solo un siglo comenzó la historia de la Mansión Cartier en la Quinta Avenida de Nueva York. Y nació del intercambio por un collar de perlas con cualidades únicas. Durante cinco largos años, Pierre Cartier –el nieto del fundador de Cartier– había buscado un edificio en la calle New Bond que estuviese a la par de la boutique parisina de Cartier en la rue de la Paix. Cuando encontró la actual mansión neorrenacentista, en el corazón de Manhattan, sabía que había encontrado el lugar perfecto.

Pierre le propuso a Morton F. Plant, el hombre de negocios dueño del edificio, el intercambio del inmueble por un collar de perlas que su bella esposa Mae había visto, y del cual se había obsesionado, en el Salón Cartier del cuarto piso del edificio en el número 712 de la Quinta Avenida. La pieza, que costaba un millón de dólares, era del mismo precio que la mansión.

De ese modo, Cartier adquirió la icónica edificación, la misma que ha sido un emblema de la casa francesa en los Estados Unidos desde 1917. Después de casi un siglo, el edificio 653 de la Quinta Avenida está por celebrar su centésimo aniversario en 2017. Cartier, por ello, creó hace poco un collar de perlas naturales para celebrar la ocasión, en homenaje a las leyendas sobre el origen de la mansión.

Remodelar un ícono

Aunque el paisaje arquitectónico de la ciudad de Nueva York ha cambiado drásticamente durante el último siglo, la mansión Cartier en la Quinta Avenida continúa siendo un majestuoso monumento de una época pasada.

Diseñada por el arquitecto Robert W. Gibson para el hombre de negocios Morton F. Plant en 1905, a esta residencia se le consideraba una de las mejores en una zona repleta de residencias extraordinarias. Para transformar la mansión en el Hogar de Cartier, Pierre Cartier contrató al reconocido arquitecto William Welles Bosworth en 1917. Hoy, Thierry Despont la ha renovado sin que por ello pierda su simbólico significado.

“La Mansión Cartier es un ícono,” comenta Despont, el arquitecto principal a cargo de la histórica remodelación de cuatro años. “Yo deseaba que la gente tuviera la sensación de estar en la mansión que una vez fue y restaurarla hasta llevarla a su gloria plena,” explica. “No creo que exista otra tienda como esta en el mundo”.

Elizabeth Taylor muestra el conjunto de rubíes y diamantes Cartier que su esposo, Mike Todd, le obsequió en agosto de 1957 durante su estancia en Saint-Jean-Cap-Ferrat.

Entre otras cosas, varios ambientes de la mansión están inspirados en importantes figuras de la historia de Cartier. Por ejemplo, la mezzanina Jeanne Toussaint, llamada así por la legendaria directora artística de Cartier, es un área privada para los clientes que encargan Alta Joyería exclusiva. Un salón oval en el segundo piso es el Salón Princesa Grace, donde antaño se encontraba el salón de baile, y está dedicado a los diamantes y a Grace Kelly, quien recibió un anillo de compromiso Cartier de manos del príncipe Raniero de Mónaco en 1955. También está el Salón Elizabeth Taylor, con las creaciones de Alta Joyería, y el Salón Andy Warhol, con los relojes para hombre. La nueva Mansión Cartier es una elaborada y sofisticada caja de sorpresas.

Fotos cortesía de Cartier

Publicado originalmente en COSAS Lujo 08.