La diseñadora italiana concluye su etapa en la maison francesa con un último desfile en Roma y una trayectoria que redefinió la identidad femenina de la firma. Dior agradece su «creatividad excepcional» y su rol decisivo en el crecimiento de la marca
Por: Redacción COSAS
Dior oficializó el 29 de mayo la salida de Maria Grazia Chiuri como directora creativa de su línea femenina, tras casi una década de liderazgo. El anuncio, largamente anticipado en los círculos de moda, se produjo luego de su desfile Crucero 2026 en Roma, una colección titulada Theatrum Mundi que funcionó como epílogo simbólico de su etapa en la maison. “Después de nueve años, dejo Dior, encantada de haber tenido esta oportunidad extraordinaria”, dijo la directora.

Nombrada en 2016, Maria Grazia Chiuri fue la primera mujer en ocupar el puesto de directora artística en la casa parisina. Su salida se rumoreaba desde hace meses.
Maria Grazia llegó a la firma en 2016 y fue la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de Dior. Desde entonces, instaló un lenguaje visual que combinó política, feminismo, arte y memoria colectiva. Su trabajo cruzó la alta costura con el pensamiento crítico contemporáneo, y se manifestó en detalles como camisetas con mensajes como “We should all be feminists”, reinterpretaciones del New Look y homenajes al saber artesanal.
En un comunicado institucional, Delphine Arnault, presidenta y directora ejecutiva de Christian Dior Couture, destacó que Maria Grazia “realizó un trabajo tremendo con una perspectiva feminista inspiradora y una creatividad excepcional, todo impregnado del espíritu de monsieur Dior, lo que le permitió diseñar colecciones sumamente deseables”. Añadió que la diseñadora “escribió un capítulo clave en la historia de Christian Dior, contribuyendo en gran medida a su notable crecimiento”.
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Desfiles como manifiesto y arte en movimiento
Durante su gestión, Maria Grazia convirtió cada presentación en una declaración. Marrakech, Atenas, Mumbai y Sevilla fueron escenarios de sus colecciones, pensadas para dialogar con culturas locales, artistas y movimientos sociales. Apostó por la colaboración con mujeres creadoras, por el trabajo hecho a mano y por vestir desde una consciencia estética y social.
Su colección de despedida, presentada en la Villa Albani Torlonia de Roma, encapsuló su visión. Inspirada en la antigüedad clásica, el cine neorrealista italiano y figuras como Anna Magnani, mostró túnicas fluidas, capas estructuradas y drapeados en blanco, negro y rojo. Las modelos avanzaron entre esculturas como si se tratara de una coreografía mitológica. Entre las invitadas, Natalie Portman, Rosamund Pike y Beatrice Borromeo vistieron de blanco, reforzando el aura ritual del evento.
Un detalle inesperado subrayó la intensidad del momento: la lluvia. Justo al comenzar el desfile, el aguacero cayó sobre la pasarela romana. No interrumpió el espectáculo; lo intensificó. “Como si la propia Roma —y el cielo— entendieran que estaban presenciando un final”, relatan los cronistas.
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Maria Grazia salió brevemente al final, saludó sin palabras y volvió a desaparecer entre columnas clásicas y ovaciones. “Estoy especialmente agradecida por el trabajo realizado por mis equipos y los ateliers. Su talento y experiencia me permitieron realizar mi visión de una moda femenina comprometida, en estrecho diálogo con varias generaciones de artistas mujeres”, expresó en su despedida. “Juntas, hemos escrito un capítulo impactante del que me siento inmensamente orgullosa”.
Expansión estratégica
Además del contenido simbólico de sus desfiles, Maria Grazia transformó la dimensión comercial de Dior. La línea de accesorios se fortaleció notablemente bajo su dirección. El retorno del Saddle —diseñado por John Galliano— coincidió con la introducción de nuevos íconos como el Book Tote y el D-Journey. Estos modelos se convirtieron en piezas clave del crecimiento de la marca, elevando su índice de “deseabilidad” global.
El uso estratégico de figuras públicas e intelectuales feministas, así como la incorporación de artistas textiles y artesanas en el proceso creativo, fueron parte de su táctica para reposicionar a Dior en un contexto contemporáneo donde la moda actúa como reflejo cultural.
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Aunque aún no se ha confirmado su próximo destino profesional, ni quién la sucederá, el contexto parece señalar una posible reorganización interna. La salida de Jonathan Anderson de Loewe alimentó especulaciones sobre su incorporación al universo Dior, en concreto al frente de Dior Homme.
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