¿Meghan Markle encajará en la familia real británica? ¿Por qué la boda ha tenido tanta repercusión mediática?  ¿Estuvieron bien vestidos los invitados? El historiador Paul Rizo Patrón y el profesor de Dinastías Reales de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Amadeo Martín Rey y Cabieses, nos ayudan a entender mejor el enlace entre los ahora duques de Sussex. 

Meghan Markle es estadounidense, afrodescendiente, actriz y divorciada. No es la típica candidata a ser la esposa de un miembro de la realeza británica. Pero tras su matrimonio con el príncipe Harry se ha convertido en la primera duquesa consorte de Sussex de la historia.

Otras mujeres con características semejantes se han casado con un royal. Por ejemplo, el rey Eduardo VIII abdicó al trono para casarse con la dos veces divorciada celebridad estadounidense Wallis Simpson. De hecho, el príncipe Carlos se divorció de Lady Diana y hoy está casado con la duquesa de Cornualles, Camilla Parker Bowles

«Lo que rompe en esta boda (entre el príncipe Harry y Meghan Markle) es sobre todo la procedencia racial de la novia (Meghan Markle) y su actividad profesional (actriz), que no es tan común en un matrimonio así. No tanto que sea divorciada», comenta Amadeo Martín Rey y Cabieses,  doctor en historia y profesor de Dinastías Reales de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

¿Podrá Meghan Markle encajar en la familia real británica? «Es una mujer carismática que parece tener sensibilidad, equilibrio emocional y saber lo que quiere. En tal sentido, puede llegar a encajar bien en la familia real británica contra algunos pronósticos, como su origen racial mixto, el provenir de una realidad cultural distinta, el ser mayor que el príncipe Harry y divorciada», opina el historiador Paul Rizo Patrón. 

Además, considera que Meghan Markle es un «recurso de renovación» que ayuda a tender puentes con distintos sectores.

Según Rey y Cabieses, algunos miembros más ancianos de la familia real no están muy de acuerdo con el enlace, «pero lo aceptan como un hecho consumado y teniendo en cuenta que (el príncipe Harry) no es la persona que va a heredar el trono. Eso le quita importancia a que el matrimonio haya sido, en el sentido clásico de la palabra, comme il faut, como dicen los franceses, como debe ser».

La ceremonia y los invitados

Sin duda, la boda entre Meghan Markle y el príncipe Harry fue novedosa: un coro gospel, el obispo afroamericano Michael Curry, una homilía histriónica, invitados del mundo del espectáculo y los deportes mezclados con miembros de la nobleza y realeza británica… Esos detalles no responden a una ruptura del protocolo real. Son guiños a Meghan Markle. Además, la pareja es joven y ha optado por una ceremonia menos pomposa, en parte debido a que el príncipe Harry no es un heredero tan cercano al trono

Esa lejanía del trono también explica que en esta boda se hayan visto menos uniformes militares cargados de condecoraciones, a diferencia del matrimonio del príncipe William y Kate Middleton. En esta ocasión la vestimenta de los novios e invitados ha sido correcta, pero discreta: chaqués negros para ellos y vestidos de coctel con sombrero para ellas, típicos en una boda. 

Un hecho interesante es que no hubo invitados de otras casas reales. «En otras bodas reales sí suelen invitar a gente de la realeza. Son más formales. En las bodas de las dinastías alemanas, por ejemplo, que sus miembros ni siquiera están reinando, sí hay mucha realeza. Suelen ser más tradicionales. En cambio, el príncipe Harry y Meghan Markle han sido menos formales y han priorizado las amistades de ambos», explica Rey y Cabieses. 

Rizo Patrón agrega que una ceremonia de ese tipo contribuye a la imagen de adaptación a otras realidades y de renovación. «En tal sentido, el coro y el obispo son expresiones de apertura a realidades culturales distintas, de las que Gran Bretaña va teniendo una presencia cada vez mayor en sus territorios».

¿Por qué esta boda ha tenido tanta repercusión mediática? El origen social y racial de Meghan Markle son dos aspectos clave. «El príncipe Harry es especialmente carismático para el público inglés, que aún lo recuerda como el niño que desfiló cabizbajo en el cortejo fúnebre de su madre. Si bien ha tenido un pasado un tanto rebelde, es conocida su sensibilidad social y voluntad de servicio, lo que precisamente más recuerda a su madre», dice Rizo Patrón. 

El príncipe Harry y Meghan Markle el día de su boda, el 19 de mayo de 2018.    

En octubre de este año se celebrará el matrimonio entre la princesa Eugenie, nieta de la reina Isabel II, con el empresario Jack Brooksbank. Pese a tratarse de un miembro de la realeza, Rey y Cabieses cree que ese enlace tendrá una mayor repercusión mediática debido a que la princesa Eugenie está muy alejada de la corona.  

Jack Brooksbank y la princesa Eugenia en la capilla de St. George en Semana Santa.

Jack Brooksbank y la princesa Eugenia en la capilla de St. George en Semana Santa.