Entrenador. Ex delantero de la última selección peruana que participó en un Mundial. Ha jugado en clubes de Argentina, Suiza, Alemania, Colombia y México. Dirige al UTC de Cajamarca en la primera división del fútbol peruano.

Franco Navarro está en Rusia con sus hijos, a los que les prometió llevarlos al Mundial si Perú clasificaba. Antes de su partida, nos respondió desde Cajamarca, donde entrena a la Universidad Técnica. 

¿Cómo ves a la selección para el Mundial?

Con mucha ilusión, y con confianza en este grupo de jugadores y en el comando técnico.

¿Qué te sorprendió de este equipo?

La personalidad, el grado de compromiso adquirido, y sobre todo la manera cómo respondió cada uno de los jugadores a la confianza de Ricardo Gareca.

Tú has pasado por ese banquillo. ¿Qué tan difícil es ser entrenador de la selección?

Ser entrenador de la selección peruana es un orgullo, lo que lo hace fácil o difícil es el grupo humano.

¿Cómo manejar a un grupo humano, con sus respectivos egos y éxitos individuales, para que se comprometa con una causa como esta?

El fútbol es un deporte que se practica en conjunto, en el cual la disciplina y la humildad son factores necesarios para dejar de lado esos egos que no favorecen en nada al colectivo. Este grupo de jugadores creció en humildad, dejando de lado intereses propios y poniendo a la selección por encima de todo.

A partir de tu experiencia en España 82, ¿es muy difícil manejar la ansiedad en un Mundial?

Sí, es difícil, pero creo que las experiencias que están viviendo los jugadores las tienen que usar para potenciar su rendimiento y no para generar ansiedad. Sé que existe un equipo de profesionales altamente calificados para ayudar a los muchachos dentro del equipo de Ricardo.

¿Hay algún jugador de los que se han quedado fuera de la convocatoria que hubieras llevado a Rusia?

No, confío plenamente en los que llevó Ricardo. Todos los convocados se ganaron esto a pulso. Me hubiese gustado que la lista fuera de veinticinco y así hubiesen podido ir tanto Abram como Peña, quienes formaron parte de la lista preliminar.

¿Extrañas tus épocas de jugador?

No, para nada. Disfruto al ver entrenar a los chicos. Sé cerrar etapas: disfruté mi etapa como jugador tanto como la que me toca vivir desde hace más de veinte años como entrenador.

¿Crees que, pase lo que pase en Rusia, Gareca debe seguir cuatro años más?

Sin ninguna duda.

¿Sueñas con volver a entrenar a Perú?

Sí, claro. Soy entrenador y soy peruano, ¿por qué no? Si hay algo que me quedó pendiente es poder dirigir a la selección peruana en un torneo oficial.

¿Cuando juegas para un club extranjero sientes que estás representando al Perú? ¿Eso pesa?

Totalmente. No hay nada que uno haga sin pensar que está representando al país, por eso es importante tener una buena conducta y humildad. Cuando estás fuera de tu país estás haciendo patria, eres un embajador. Estar en el extranjero es una oportunidad y, sobre todo, una responsabilidad.

¿Cuál dirías que es, o ha sido, tu mayor adicción?

El amor que siento por cada uno de mis hijos.

¿Qué cambiarías de ti mismo?

Mis arrugas.

¿Cuál es tu miedo más grande?

Que le suceda algo a alguno de mis hijos.

¿En qué te reencarnarías?

No lo sé, en algo que me llene de paz.

¿Qué es lo más maravilloso y lo más difícil que te ha tocado vivir?

Lo más maravilloso que me ha tocado vivir han sido los nacimientos de mis hijos. Lo más difícil, sin duda, el fallecimiento de mi hermano con tan solo veinte años, y también el de mi padre, madre, y mis amigos de Alianza Lima en la tragedia del Fokker, en 1987.

¿Quién o qué ha sido el amor más grande de tu vida?

Mi madre.

¿Cuál ha sido tu logro más grande?

Como logro personal, el cariño y reconocimiento que recibo de la gente. Eso no tiene precio. Y, como profesional, haber integrado la selección del Mundial del 82, con tan solo veinte años, y haber compartido experiencias con mis ídolos de la infancia, como Hugo Sotil, ‘Panadero’ Díaz, Héctor Chumpitaz, Teófilo Cubillas, César Cueto, Juan Carlos Oblitas, entre otros.

¿Qué recuerdo te ha marcado?

Varios capítulos muy felices y otros muy tristes.

¿Hay algo que te falte, o que desees, que haría que renuncies a todo lo que has conseguido?

El día que mis hijos me den nietos podría decirte que renuncio a todo lo que corresponde al futuro, pero lo vivido no lo cambio por nada.

¿Cuál consideras que es el principal defecto en una persona?

La falta de sinceridad.

¿Y la principal virtud?

La honestidad, el respeto y el amor a los padres.