La exnovia del fallecido magnate Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell, ha sido arrestada este jueves por el FBI, según informan medios estadounidenses. La socialité habría formado parte de la red de trata de menores que satisfacía los deseos sexuales del financista y otros poderosos hombres.

Por Redacción COSAS

Su paradero era un misterio. Ghislaine Maxwell dejó de ser uno de los rostros habituales de la alta sociedad británica para convertirse en cuestionada personalidad. Algunos decían que estaba en Inglaterra, otros aseguraban que se alojaba en las afueras de Boston. Incluso, hubo quienes juraron haberla visto en la campiña francesa. Pero no fue hasta este jueves que el FBI la ubicó en New Hamspshire, al noreste de Estados Unidos.

Maxwell está implicada en el caso de pedofilia de Jeffrey Epstein, quien hace casi un año apareció ahorcado en su celda de Nueva York, tras ser acusado de abusos sexuales y tráfico de menores. Las víctimas han identificado a la mujer como la responsable de captarlas y obligarlas a complacer al multimillonario y sus amigos. Ahora, tendrá que comparecer ante una corte federal.

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Donald Trump, Melania Trump, Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell.

Pero, ¿quién es ella?

Ghislaine, de 58 años, mantuvo una larga relación con el empresario. Además de ser su mejor amiga, administradora de su hogar, cómplice y encubridora. A lo largo de casi dos décadas ocupó cada uno de esos lugares en la vida del Epstein, y muchas veces en simultáneo. Personas cercanas a ellos afirman que la relación amorosa duró solo unos años, pero que luego permanecieron juntos como socios y grandes amigos.

Nacida a las afueras de París en 1961, acudió a los colegios más exclusivos del Reino Unido y luego a Oxford. Vivió en una mansión de 53 habitaciones y ocupó puestos empresariales desde muy joven. Su padre era otro acaudalado empresario, Robert Maxwell, dueño de medios de comunicación, quien apareció muerto en el mar en 1990. Tras su deceso llegaron las especulaciones. La primera de las muertes cubiertas de dudas en el camino de la polémica mujer.

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El duque de York junto al desaparecido magnate.

Ella durante años sostuvo que a su padre lo habían matado. No obstante, tras el fallecimiento no pudo ocupar su lugar en las empresas ni vivir de rentas. Se descubrió que Robert tenía deudas gigantescas y que había montado un fraude colosal. El imperio familiar se desmoronó y Ghislaine tuvo que empezar de nuevo.

Se mudó a Estados Unidos con un fideicomiso que su progenitor le había heredado y que le proporcionaba 100 mil dólares al año. Una cifra irrisoria para ella, que no le permitía llevar la vida repleta de lujos y comodidades a las que estaba acostumbrada. Más tarde consiguió un trabajo en el sector inmobiliario en Nueva York y unos meses después, nuevamente, no necesitó trabajar. Conoció a Jeffrey Epstein en la década de los noventa y sus problemas materiales se solucionaron.

El financista por su parte consiguió aquello que le faltaba: roce social. A través de Ghislaine Maxwell conoció a figuras a las que él no hubiera podido acceder como celebridades, miembros de la realeza británica y mandatarios. Entre ellos destacan el príncipe Andrew de York y Bill Clinton.

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El príncipe Andrew y Virginia Giuffre, denunciante del multimillonario, en la mansión de Epstein.

Después de la condena de Epstein en 2008, Ghislaine continuó participando en eventos exclusivos. Con un perfil más discreto, disminuyó la frecuencia de sus apariciones públicas, pero no de forma inmediata. Lanzó una fundación para el cuidado de los océanos, fue oradora en charlas TED, asistió a entregas de premios del brazo de Elon Musk, e incluso acudió a la boda de Chelsea Clinton, la hija de Bill y Hillary. Recién desapareció del mapa cuando la suerte de Epstein cambió.

Virginia Roberts Giuffre, una de las víctimas que más ha luchado por justicia en este caso, afirmó en los juzgados que Maxwell la reclutó en 2015. Giuffre sostiene en su querella que fue forzada a tener relaciones sexuales con Epstein y el nieto de la reina Elizabeth II. Ahora, Ghislaine deberá hacer frente a esta acusación y otras imputaciones por perjurio. Y es que las autoridades la acusan de mentir “repetidamente cuando se le preguntó sobre su conducta, incluso en relación con algunas de las víctimas menores”.

 

Fotos: @ecuamelao79, @rominamedia, @god_versus_evil, @macartyspark