Luego de que Kim Kardashian desfilara por las escaleras del MET con el vestido que Marilyn Monroe usó en 1962, el Consejo Internacional de Museos ha tomado una importante decisión.
Por Arianna Gonzáles
Hace algunas semanas, Kim Kardashian se convirtió en la protagonista de los titulares. ¿El motivo? Su aparición en la alfombra roja de la MET Gala 2022 luciendo el vestido con el que Marilyn Monroe cantó «Happy Birthday Mr. President» a John F. Kennedy en 1962.
La prenda, que ostenta el récord de ser el vestido más caro vendido en una subasta, era guardado celosamente en el museo Ripley’s Believe It Or Not hasta que Kim solicitó su préstamo y la institución accedió a su petición.
Sin embargo, luego de haberse revelado que a pesar de que Kim bajó 7 kilos en tres semanas, igual se tuvo que forzar al vestido para que se adapte a su cuerpo, el Consejo Internacional de Museos ha tomado la decisión de prohibir el uso de prendas con valor histórico a las celebridades.
Kim Kardashian lució el diseño hecho a la medida para Marilyn Monroe en la MET Gala 2022.
Como se recuerda, Kim llevó el vestido por la alfombra roja e, inmediatamente después de acabada su presentación, se lo cambió por una replica exacta. Pero, esto no la libró de miles de críticas por «maltratar» una pieza histórica.
Entre ellas, resaltó la de la ex jefa del departamento de Conservación de Moda del Met, Sarah Scarturro, quien afirmó haber tenido que rechazar solicitudes de celebridades que ansiaban utilizar «modelos irremplazables de la colección»
En pro de la conservación de la historia
Marilyn Monroe en 1962 con el vestido que se convertiría en una pieza histórica.
Por ello, ahora, el Consejo Internacional de Museos ha exigido que las prendas de valor histórico se conserven en condiciones de máxima seguridad de la misma manera que se hace con cualquier obra de arte.
«Las prendas históricas no deben ser utilizadas por nadie, ni por figuras públicas ni privadas. Es mejor prevenir que tener que curar. El trato incorrecto destruirá un objeto para siempre», sostuvo la organización.
En su declaración, el Consejo Internacional de Museos recalcó que el diseño fue hecho a la medida, de manera que se ajustara al cuerpo de Marilyn Monroe, no al de Kim Kardashian. Eso, y debido a la composición de la prenda, seda soplada, un material que ha dejado de fabricarse, cualquier daño a la prenda pudo haber sido irreparable.
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