Scarlett Johansson ha crecido a través de la pantalla grande, lo que le ha permitido establecer su trayectoria como actriz. Sin embargo, al inicio de su carrera la industria del cine se encargo encasillarla como ‘sex symbol’.
Por Ginger Astete
Durante el 2020, Scarlett Johansson obtuvo dos nominaciones al Oscar por dos películas: Mejor actriz por ‘Historia de un matrimonio’ y Mejor actriz de reparto por ‘Jojo Rabbit’. Las nominaciones eran la constatación de que su carrera había obtenido madurez. Johansson más allá de protagonizar películas de Marvel interpretando a ‘Natasha Romanoff’, le costó abandonar la etiqueta de “sex symbol” que le había impuesto la industria desde muy joven. “Estuve en situaciones que definitivamente no eran apropiadas para mi edad” menciona la actriz.
Scarlett Johansson y Adam Driver en el set de ‘Historia de un Matrimonio’ de 2019.
En la película ‘Lost in Translation’ de Sofia Coppola, la actriz de 38 años interpretaba a una joven que visitaba Tokio y entablaba conexión con el personaje de Bill Murray, mientras que en ‘La joven de la perla’ era la doncella seductora que terminaba inmortalizada en el cuadro de Johannes Vermeer. Son algunos de los roles que la condujeron a una sexualización generalizada en la industria.
“Creo que todo el mundo pensaba que era mayor y que llevaba tiempo actuando, y entonces me encasillaron en esta extraña cosa hipersexualizada. Era como ‘este es el tipo de carrera que tienes’. ‘Estos son los papeles que has interpretado’, y yo estaba como, ‘Esto es todo, supongo’”, contaba Johansson en el podcast ‘Table for Two with Bruce Bozzi’.
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La recordada ‘Natasha Romanoff’, recuerda cómo las personas querían verla como una figura “ingenua” y una rubia explosiva estilo Marilyn Monroe cuando solo tenía 18 años. “Hice Lost in Translation y La joven de la perla con 18 o 19 años, cuando estaba entendiendo mi propia feminidad y aprendiendo mi propia deseabilidad y sexualidad”, cuenta la protagonista de la ‘Viuda Negra’.
“Creo que, debido a la trayectoria que había seguido, me quedé atrapada en esto (también en parte por las directrices que me daban entonces, que era una parte importante, con mi agencia y todo eso), ya que me estaban preparando, en cierto modo, para ser lo que se llama una actriz tipo explosiva” añadió. “De repente me vi acorralada en ese lugar y no podía salir de él” afirmó la estadounidense.
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