Mientras que el actor de «Stranger Things» pasea despreocupadamente con Scarlett Johansson, la intérprete de «Smile» se internó en la institución de US$ 9’800 a la semana tras un crisis nerviosa ocasionada por su separación.

Por Redacción COSAS

Lily Allen, la cantante británica, decidió ingresar en un centro de tratamiento especializado en traumas tras una crisis nerviosa provocada por el colapso de su matrimonio con el actor de Stranger Things, David Harbour. El centro, que cuesta US$ 9’800 a la semana, ofrece un retiro donde Lily puede concentrarse en sanar su salud mental, alejándose del caos exterior y sumergiéndose en intensas sesiones de terapia grupal e individual. Este retiro fue la respuesta de la cantante a un período de angustia emocional que sacudió su vida.

El Mail On Sunday reveló que la salud mental de Allen empeoró significativamente después de regresar a su hogar marital tras su ruptura.

¿Por qué se separó el matrimonio?

El origen de esta crisis emocional se encuentra en la separación de Allen y Harbour, la cual se produjo en diciembre después de que la británica descubriera que su esposo había estado utilizando Raya, la aplicación de citas que usan varias celebridades. La situación empeoró cuando regresó de unas vacaciones en Nueva York, donde la pareja residía, y se sintió emocionalmente dañada al imaginar que David podría estar en la ciudad con otra mujer.

Este descubrimiento abrió viejas heridas y generó una crisis de angustia para Lily, quien había depositado muchas de sus esperanzas de estabilidad en su relación con David. A pesar de que ambos habían superado juntos obstáculos previos, como los problemas de adicción de Lily, la infidelidad de David terminó siendo el punto de quiebre en su relación.

El perfil del actor en la aplicación de citas.

El bienestar de la familia

Allen, quien tiene dos hijas, una de 11 años y la otra de 13, primero se encargó de su bienestar familiar, llevándolas a la escuela antes de tomar la decisión de ingresar a un centro de rehabilitación en los Estados Unidos. Lo hizo un día antes de lo planeado, ya que su estado emocional era tal que sentía la necesidad urgente de escapar de su entorno y comenzar a sanar. En el retiro, además de las sesiones de terapia, se le alentará a comer de manera saludable y a disfrutar de caminatas por el campo, buscando una forma de reconectar consigo misma. Aunque este proceso es doloroso, sus amigos cercanos esperan que pronto comience a recuperarse y a reconstruir su vida.

Después de atravesar difíciles momentos en su vida, relacionados con sus adicciones al alcohol y las drogas, la cantante encontró en el actor un refugio emocional. Sin embargo, la infidelidad rompió esa imagen de seguridad que Lily había construido. Además, el comportamiento de David después de la ruptura, cuando fue visto en India con una mujer misteriosa y luego paseando por Nueva York con Scarlett Johansson, solo aumentó la angustia de Lily, que se encontraba aún en Brooklyn.

David Harbour y Scarlett Johansson son amigos de varios años.

Un proceso emocional difícil para Lilly Allen

A lo largo de este proceso, Lily ha compartido su sufrimiento con sus seguidores a través de su pódcast Miss Me?. También, una fuente del DailyMail reveló cómo Allen se convirtió en una detective amateur al descubrir el perfil de David en Raya y cómo esto la sumió en una espiral emocional. La angustia fue tal que incluso sufrió un ataque de pánico durante las fiestas de Navidad, lo que la llevó a abandonar una obra de teatro en Londres debido a que no podía concentrarse en nada más que en el dolor emocional que estaba atravesando.

La relación entre Lily y David comenzó en 2020, cuando ambos coincidieron tras haber superado problemas personales significativos. Lily, después de superar sus adicciones, conoció a David a través de la misma aplicación de citas que él usaba y rápidamente se enamoraron. Se casaron en una ceremonia secreta en Las Vegas en septiembre de 2020, con solo sus hijas como testigos, celebrando una recepción íntima en un restaurante de hamburguesas In-N-Out.

Sin embargo, los últimos meses de su matrimonio estuvieron marcados por tensiones que Lily comenzó a compartir con sus seguidores. En su pódcast, comentó que David había hecho «peticiones de sexo kinky», las cuales rechazaba, lo que evidenció una desconexión emocional entre ellos. Además, durante una aparición en el pódcast, David reveló que a veces Lily podía ser «demasiado necesitada», lo que reflejó aún más las grietas en su relación. La situación empeoró cuando Lily comenzó a dejar de usar su anillo de bodas en octubre y, un mes después, mencionó que estaba atravesando un momento muy difícil, lo que dejó en claro que su matrimonio estaba en crisis.

Imagen de la privada boda de las celebridades. (Crédito: Instagram/@lillyallen)

Un paso por la salud mental

A pesar de la enorme tristeza que le causó la ruptura, Lily ha demostrado un gran esfuerzo por mantenerse alejada de sus viejos hábitos de abuso de sustancias. No ha recaído en el alcohol ni en las drogas, lo que representa un paso importante en su proceso de sanación, comentó la fuente. En lugar de buscar consuelo en esas viejas adicciones, ha tomado la decisión de enfrentar sus problemas de una manera saludable, ingresando al centro de rehabilitación para centrarse en su bienestar físico y mental.

Aunque la ruptura con Harbour fue devastadora, Lily está comprometida con su recuperación. Durante las vacaciones, disfrutó de un tiempo en Kenia con sus hijas, pero al regresar a Londres y luego a Nueva York, se dio cuenta de que se encontraba al borde de una crisis nerviosa. Las imágenes de David con otra mujer solo intensificaron su angustia y el dolor por el final de su matrimonio la ha dejado profundamente afectada.

David ha luchado con problemas de alcoholismo y trastorno bipolar en el pasado y, aunque ha logrado superar muchas de estas dificultades, su comportamiento durante la ruptura ha sido doloroso para Lily. A pesar de todo, ella sigue comprometida con su sanación y con el bienestar de sus hijas. El centro de rehabilitación es solo el primer paso en un proceso largo.

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